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Alcoià / Comtat / Foia

Mayores con ganas de aprender

Más de tres mil personas están inscritas en los centros de educación para adultos de la comarca

Exposición de pintura en el centro Orosia Silvestre con motivo de un encuentro comarcal. juani ruz

Nunca es tarde para aprender. Miles de adultos vuelven a las aulas en las comarcas de l'Alcoià, El Comtat y la Foia de Castalla cada curso para retomar su formación o realizar talleres de todo tipo. Aumentar sus conocimientos, buscar una distracción, conocer gente, relacionarse y divertirse son algunas de las razones que les empujan a matricularse en los centros de Formación Permanente de Adultos.

Estos centros dependen de la Conselleria de Educación y, en general, ofrecen ciclos de alfabetización, educación de base, pregraduado y de Secundaria, así como otros programas formativos, como la preparación para las pruebas de valenciano de la Junta Qualificadora de Coneixements en Valencià, o diferentes niveles de inglés y francés.

El acceso a la universidad para mayores de 25 años o a ciclos formativos de grado medio, mecanografía, informática básica y castellano para extranjeros son otras de las opciones que ofrecen los FPA.

En Alcoy está el FPA Orosia Silvestre, actualmente ubicado en el antiguo edificio de la EPSA, conocido como el hospital Sueco-Noruego durante la Guerra Civil; el FPA Beniassent, asimismo, cuenta con un aulario en la avenida del País Valencià de Cocentaina y otro en la plaza Matzem de Muro; y en Ibi está el FPA Joan Lluís Vives en la calle Maestro Ruperto Chapí.

Entre los tres centros suman más de tres mil alumnos, según las cifras facilitadas por sus responsables. Sin embargo, no son los únicos estudiantes adultos, ya que otras poblaciones de las comarcas cuentan con espacios de similares características pero impulsados por los ayuntamientos, como las escuelas de Castalla y Banyeres.

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Muchas de las personas que deciden apuntarse a este tipo de cursos lo hacen tras jubilarse, buscando ocupar parte del tiempo libre con el aprendizaje. Si bien éste es el caso más común, también es bastante habitual que mayores de 25 años decidan preparar la prueba de acceso a la universidad, o que algunos jóvenes que en su día decidieron abandonar los estudios ahora quieran retomarlos y se vean obligados a compaginarlos con el trabajo.

En este sentido, cabe destacar que este tipo de centros ofrece, en el caso de la formación reglada, como puede ser la Educación Secundaria, horario diurno y nocturno, así como cursar los estudios de forma presencial o semipresencial, facilitando el acceso a cualquier persona.

Además, las asociaciones de alumnos organizan talleres de dibujo y pintura, informática, corte y confección y otras actividades como bailes de salón, zumba, pilates o yoga.

Un grupo de alumnas comentaba recientemente en un encuentro que tuvo lugar en Alcoy que «nos encantan las manualidades y aquí lo pasamos muy bien». Clara Miró estuvo apuntada en su día al centro alcoyano y ahora pertenece al de Ibi, un grupo del de Cocentaina y Muro está realizando placas de cerámica para las calles de la villa Condal, y otras personas buscan en los talleres un entretenimiento que les permita relajarse y evadirse.

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