La calle Sant Francesc de Alcoy fue durante años una de las arterías comerciales más importantes de la ciudad. Una vía que con el paso del tiempo ha sido pasto de la degradación y que hoy en día cuenta con el mayor número de locales cerrados, viviendas deshabitadas y un aspecto casi desolador. Los pocos comercios que sobreviven ven difícil que «la calle vuelva a ser lo que era», si bien el Ayuntamiento está dispuesto a conseguirlo con el inminente inicio de las obras de reurbanización.
El proyecto incluye la remodelación completa no solo de la calle Sant Francesc, sino también las de las plazas de la Cruz Roja y Ramón y Cajal; todo ello con un coste valorado en 404.000 euros. El gobierno municipal, asimismo, ha incluido la iniciativa dentro de estrategia EDUSI para lograr que el 50% sea financiado con Fondos Feder de la Unión Europea y, por el momento, está a la espera de recibir la autorización definitiva que permita generar el crédito y, a su vez, licitar la obra. La previsión es que la ejecución de éstas dure como máximo tres meses.
Según la información facilitada, la calle lucirá una plataforma única de uso mixto tanto en Sant Francesc como en las dos plazas, a fin de que la circulación de peatones sea cómoda, segura y continua. El pavimento utilizado será de piedra natural para las zonas de peatones y de adoquines de losa color óxido para el centro de la vía, por donde tendrán acceso los vehículos de vecinos y servicios. Las citadas fuentes destacan que «todo este pavimento es autolimpiable, tiene un gran poder antiadherente e hidrofóbico, además de una gran resistencia al deslizamiento».
En cuanto a las zonas de aparcamiento y al tráfico, la reurbanización solo afectará a la plaza Ramón y Cajal, aunque desde el departamento de Movilidad ya se están buscando soluciones a los posibles efectos de dichos cambios.
La concejal de Comercio, Vanessa Moltó, ha manifestado que «esta obra supondrá una mejora considerable» y ayudará a «revitalizar la zona, recuperando espacio para las personas, revitalizando su entorno y haciéndola más atractiva».
La idea, tal y como ha insistido la edil, es lograr la apertura de nuevos negocios en Sant Francesc y la recuperación de vecinos. Sin embargo, algunos propietarios de los escasos comercios que hay en la calle no están del todo convencidos de que la reurbanización suponga la revitalización de la zona.
En esta línea, hay quienes piensan que «esto servirá para terminarnos de hundir, ¿cómo vamos a sobrevivir después de tres meses cerrado por obras?», mientras los más optimistas confían en la estrategia municipal.
El inicio de las obras es otra cuestión que preocupa, ya que «en una reunión se nos informó que el grueso de la actuación estaría finalizado antes de Fiestas de Moros y Cristianos», indica uno de los propietarios. En el caso de que la remodelación se posponga a la citada fecha, «para mí supondría un problema, no podría montar la terraza en verano, que es la mejor época del año para el negocio», explica el gerente de un bar.
