En las alturas todo se complica. Cualquier incidente, por pequeño que parezca, requiere de gran destreza y sangre fría para actuar de la forma más rápida y segura posible. La baja siniestralidad en los trabajos verticales, por suerte, obliga a los empleados del sector a reciclarse periódicamente en maniobras de rescate como las que se realizaron ayer en Alcoy.
El pabellón del polideportivo Francisco Laporta fue escenario de la cuarta jornada -la segunda celebrada en la ciudad- en prevención y seguridad en trabajos verticales, relacionados sobre todo con la construcción y el arreglo de fachadas. El director operativo de «Altitud, treballs verticals», Paco Colomer, fue uno de los organizadores del evento y explicó que «en nuestro trabajo, al estar sometido al ascenso de cuerda, puede haber un accidente y es necesario practicar este tipo de rescates».
El real decreto 2177/2004 regula todo lo relativo al trabajo en altura, incluido el vertical. Los profesionales del sector deben recibir una formación completa al respecto, que incluya cómo rescatar a un compañero en caso de accidente. Sin embargo, pese a que los trabajadores conocen a la perfección la parte teórica, en su día a día apenas se enfrentan a este tipo de situaciones, ya que «la tasa de siniestralidad en el sector es muy baja, por suerte», y es necesario realizar prácticas para «estar preparados ante cualquier incidente y, sobre todo, actuar de forma rápida y segura», insistió Colomer.
En total, noventa profesionales procedentes de toda la Comunidad Valenciana y hasta de Murcia y Albacete, miembros del grupo de rescate de los bomberos de Madrid y del Consorcio Provincial de Bomberos de Alicante y voluntarios de la Cruz Roja de Alcoy participaron en el encuentro.
Los bomberos de Madrid se sumaron a las maniobras realizadas por los trabajadores del sector, mientras que los de Alicante realizaron diferentes exhibiciones, entre ellas sobrevolar con un dron el pabellón para dar a conocer cómo se utilizan estos equipos. En referencia a ello, Paco Colomer explicó que «con un dron podríamos tener un primer plano de una situación en altura antes de actuar».
La evacuación de una persona es otro de los simulacros que se pudieron ver a lo largo de la mañana. «Lo primero sería llevar a la persona hasta una superficie, bien sea un tejado o el suelo, y una vez allí realizar la primera atención sanitaria, colocarla en la correspondiente camilla y evacuarla», detalló el director operativo de una de las empresas organizadoras.
El que la jornada se celebrase por segunda vez en Alcoy no fue una casualidad, ya que «está en un punto intermedio entre Alicante y València, contamos con este maravilloso pabellón que cumple los requisitos de altura que necesitamos y el Ayuntamiento nos lo cede totalmente gratis».
El intercambio de conocimiento entre las empresas participantes y la preocupación de todas ellas por que el sector continúe siendo cada día más competitivo y seguro son otros de los pilares fundamentales de un evento que cada año atrae a un mayor número de profesionales.
Los asistentes se mostraron en todo momento participativos, interesados en aprender, escuchando los consejos de los compañeros y, sobre todo, dando el 100% en unas prácticas que, llegado el caso, podrían salvarles la vida.
