Rafa Ribes, Carlos Alentado y Miguel Mauro Pérez lo han conseguido. Por primera vez la diversidad funcional no ha supuesto una traba para encontrar empleo y desde hace aproximadamente medio año están trabajando en el departamento de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Alcoy.

La administración pública les ha dado esta primera oportunidad para integrarse en el mundo laboral gracias a los programas de empleo para jóvenes menores de 30 años. Los tres tienen un contrato de un año y confían en que, cuando finalice, la experiencia adquirida les abra nuevas puertas.

Rafa Ribes es el único chico en un grupo de ocho jóvenes que desde el pasado mes de septiembre se está dedicando a limpiar los parques de la ciudad. Es su primer trabajo, pese a tener 29 años, y «estoy muy contento», no sólo por haberlo logrado, también «con mis compañeras -recalca que son todas chicas- y con mis jefes».

Para Rafa estar a gusto en el trabajo «es muy importante», porque «vamos en grupos de dos o de tres personas y pasa más rápida» la jornada laboral. No contaba con ninguna experiencia laboral cuando empezó, pero no ha tardado en «cogerle el truquillo» al trabajo, aunque reconoce que «a veces me cuesta un poco, pero yo voy a mi ritmo y sin parar».

Carolina Coello es una de sus compañeras y explica que «se porta muy bien y trabaja mucho, aunque también se queja». El madrugar y el frío son los principales inconvenientes que Rafa encuentra en un trabajo que, pese a todo, «me está gustando mucho».

A Carlos Alentado, un joven de 22 años, su primera oportunidad laboral le ha llegado antes que a Rafa Ribes, y le ha llegado en un lugar tranquilo y privilegiado ubicado en plena naturaleza, como es el vivero de la Font Roja. La técnico Esther Seguí es la que le está enseñando a regar las plantas, quitar las malas hierbas, a recoger semillas y limpiarlas, y a sembrarlas y cuidar la planta hasta que esté lista para una repoblación.

Carlos asegura que está «muy contento», pero que le gustaría seguir formándose y algún día ser «administrativo, como mi padre». Las bajas temperaturas que se registran en el parque natural de la Font Roja es el principal inconveniente del trabajo, aunque eso no le está impidiendo disfrutar de la experiencia y aprender «cosas muy interesantes».

Miguel Mauro Pérez es el otro joven con diversidad funcional que está trabajando para el departamento de Medio Ambiente, concretamente en el ecoparque. Tiene 26 años y «es muy activo y trabajador», según afirman algunos de sus compañeros. Su labor consiste en «atender a los coches y guiarlos por el ecoparque para que sepan dónde tienen que tirar las cosas».

Miguel, como le conoce todo el mundo, está encantado con el empleo, porque «es muy entretenido, no paro», y además «me río y me lo paso bien con mis compañeros, que me ayudan un montón».

La parte negativa del trabajo es que «hay veces que vienen muchos coches a la vez, y eso agobia bastante, pero lo sacamos sin problemas», así como reconoce que «hay gente muy simpática que nos trae regalos, y hay otras personas que se enfadan, aunque éstas son pocas». Ordenar electrodomésticos, colchones y trocear muebles también forma parte de su día a día, una rutina que lleva a cabo con la ilusión de que le sirva para encontrar otro trabajo.