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Los huertos urbanos desatan la pasión en Alcoy

El Ayuntamiento ya ha habilitado 61 parcelas ante la alta demanda de particulares y entidades sociales

Uno de los grupos de parcelas se encuentra ubicado en Mascarella de Ferran. juani ruz

Los huertos urbanos están en auge. Cada vez son más las personas que solicitan una parcela para poder cultivar sus propios alimentos de forma ecológica y saludable, una tendencia que ha llevado al Ayuntamiento de Alcoy ha aumentar un 60% la superficie destinada a tal fin en los últimos cuatro años, sumando ya 61 parcelas repartidas entre los barrios de Batoy, Zona Norte y Ensanche.

Lo que empezó en 2013 como un modesto proyecto de apenas 14 parcelas en el parque de la Zona Norte, poco a poco ha ido cogiendo fuerza y se ha convertido en una iniciativa que cada vez tiene más adeptos y que ha llegado incluso a los centros educativos de la ciudad.

El objetivo siempre ha sido fomentar otro tipo de ocio, el autoconsumo y el cultivo de productos ecológicos y saludables, así como dar uso a algunos solares. El 80% de los terrenos están adjudicados a particulares y el 20% restante a entidades como Cruz Roja, Cáritas, la Asociación Realment Alcoi y los radioaficionados Club de Amigos de 27 MHz - 30 Charly Alpha.

Poco después de la puesta en marcha del primer huerto urbano, y dada la alta demanda, el Ayuntamiento habilitó 10 parcelas más en el parque de Batoy, sumando un total de 24. Posteriormente, y ya dentro de esta legislatura, el gobierno municipal ha creado otras 28 parcelas en Mascarella de Ferran, justo al lado de la piscina municipal José Trenzano, y hace algunas semanas finalizó otras 9 en la calle Filà Judios, detrás de la estación de tren.

«A día de hoy tenemos todos los huertos en marcha», dando prioridad a parados y jubilados en el proceso de adjudicación, según ha explicado el concejal de Medio Ambiente, Jordi Martínez. La última cesión tuvo lugar en octubre por un periodo de un año renovable hasta cuatro.

Cristóbal Jurado, Luis Doménech, Ángel Raso, Pascual Lasheras, Miguel Conde, Fernando Flores, Valentín Aguado y Pascual Reig son algunos beneficiarios del programa municipal. Todos ellos cuentan con una parcela en la partida de Mascarella de Ferran desde hace entre 4 y 2 años. Algunos, como Miguel Conde y Fernando Flores, fueron de los primeros en participar en los huertos urbanos: «nosotros empezamos en el parque de la Zona Norte y después nos vinimos aquí».

Jubilación

La pasión por el campo y la agricultura, y sobre todo la jubilación, ha llevado a este grupo de hombres a solicitar «un bancal para poder cultivar un poquito de todo». Es una forma, aseguran, «de mantenernos activos haciendo algo que nos gusta».

El Ayuntamiento les facilita la parcela y el agua para riego, las herramientas y demás enseres han de llevarlos ellos. En este caso, además, cuentan con un pequeño vivero que comparten para crear sus propios plantones.

«Todo el proceso es ecológico, aquí no podemos gastar ningún tipo de insecticida ni producto químico, sólo estiércol. También hacemos nuestro propio compostaje con los deshechos», explican. En esta época del año «no hay mucho trabajo, apenas hay que regar porque con el rocío se mantiene la tierra bastante húmeda», pero «en poco tiempo empezará la temporada fuerte para sembrar, y ahí tendremos más trabajo».

Reconocen que es una afición «sacrificada, que requiere esfuerzo, trabajo y constancia», pero para ellos resulta «muy gratificante». Cuando empiezan a recoger los frutos «nos da mucha alegría y a nuestras mujeres más», bromean, e incluso «nos picamos a ver quien ha cultivado el producto más grande o el más bonito».

La mayoría de ellos ha tenido terreno antes y conoce a la perfección todo lo relacionado con la agricultura, pero ante cualquier duda «nos preguntamos y aconsejamos unos a otros», ya que el buen ambiente y la amistad es fundamental para disfrutar al 100% de esta alternativa de ocio.

Al margen del entretenimiento, los huertos urbanos también son un importante recurso educativo, de ahí que los colegios públicos Miguel Hernández, Horta Major, Sant Vicent y Romeral hayan puesto en marcha este tipo de proyectos para sus alumnos de Primaria, así como otros centros concertados de la ciudad, algunos en terrenos propios y otros con solares cedidos por el Ayuntamiento.

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