Los Reyes Magos cerraron ayer su estancia en Alcoy con su tradicional visita a niños y mayores. Melchor, Gaspar y Baltasar pasaron por las residencias geriátricas de Emilio Sala y el Preventorio, así como por la planta infantil del Hospital Virgen de los Lirios donde repartieron regalos y cariño.

Los Magos de Oriente pusieron ayer el punto y final a tres intensas jornadas que arrancaban el pasado viernes con el Bando, y que continuaron el sábado con la multitudinaria Cabalgata. Ayer ,los actos tuvieron un carácter más íntimo, pero también más emotivo.

Melchor, Gaspar y Baltasar, iniciaron una ronda de visitas con un carácter muy especial. Una mañana llena de ilusión en la que los tres ilustres realizaron tres paradas cargadas de emotividad.

Iniciaron sus visitas a primera hora de la mañana. En este recorrido visitaron la residencia geriátrica Pintor Emilio Sala. Allí repartieron regalos entre los residentes además de muchas muestras de cariño que los más mayores recibieron con gran ilusión. Sin duda, todos ellos vivieron la visita de la comitiva real como una auténtica fiesta. También acudieron al Hospital Virgen de los Lirios, donde realizaron un amplio recorrido por varias plantas del hospital. Los más pequeños ingresados en el centro hospitalario, recibían con una gran sonrisa a los Reyes Magos, otros pacientes ingresados también halagaban y agradecían su visita. El personal, que se encontraba trabajando en este día festivo, también brindó muestras de cariño a Melchor, Gaspar y Baltasar. Una dosis de alegría que dio un gran chute de energía a todos los que residían ingresados en las diversas plantas del hospital.

La jornada concluyó con la visita a la residencia del Preventorio. Allí Melchor, Gaspar y Baltasar cerraban su ronda de visitas entregando a los mayores un gran número de regalos así como un cargamento de cariño y muestras de emotividad.

Sin duda, una última cita que muestra con ilusión el espíritu que los Reyes Magos despliegan en la ciudad y que puso así el broche final a su visita a Alcoy. De esta forma sus Majestades de Oriente pusieron rumbo a tierras lejanas prometiendo volver el próximo año puntuales a su cita.