Alcoy salió anoche a la calle en pleno para aclamar al emisario de la ilusión. Una auténtica multitud abarrotó las calles pese al frío intenso para contemplar el paso del Bando Real, en que el Embajador anunció la inminente llegada de los Reyes Magos a través de un texto del periodista Jesús Trelis. Los niños, principales protagonistas de esta fiesta mágica, depositaron miles de cartas con sus deseos y anhelos en los buzones portados por las burritas.

Alcoy ya respira la magia por los cuatro costados, preparando la bienvenida a los Reyes Magos en la que es la Cabalgata más antigua de España. El emotivo preámbulo tuvo lugar en la tarde de ayer con el Bando Real. El llamamiento para recibir al Embajador corrió una vez más a cargo del Tio Piam, en una escenificación del grupo de danzas Carrascal con la presencia de los personajes vivientes del Belén de Tirisiti.

Fue después, a las siete de la tarde, cuando desde la Font Redona arrancó la comitiva del emisario de los Magos de Oriente. La declamación, desde lo alto de una carroza tirada por bueyes, fue del periodista y presentador Ferran Cano, quien recitó un texto de corte clásico de Jesús Trelis en el que, aparte de enumerar la gran cantidad de regalos que traerán Sus Majestades, tuvo también espacio para los mejores deseos y la reivindicación.

Así, entre otras cuestiones, el Embajador gritó a los cuatro vientos que los Reyes «preparen patinets elèctrics, per guanyar la carrera de la solidaritat; samarretes, amb l'escut de la llibertat: sabates supersòniques, per arribar fins al cim de la igualtat, i un puzle d'un mapamundi, on no hi ha més bandera que la de la pau».

El desfile, en el que no faltaban pajes, villancicos, bailes y antorcheros, fue avanzando por el itinerario de costumbre entre un público que llenaba por completo todos los rincones del recorrido y que aclamaba sin cesar al enviado real. Como es habitual, cerraban la comitiva las tradicionales burretes, dos más en esta ocasión hasta completar la decena, que recogían en sus enormes buzones las miles de cartas que los niños depositaban para que los Reyes Magos les colmen hoy, en la 134 Cabalgata, de los mejores regalos e ilusiones.