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Alcoy

Cómo distinguir un somordo de una baiosa

El libro «Diccionari de butxaca» recoge en clave de humor palabras y frases hechas del lenguaje cotidiano de la ciudad

Cómo distinguir un somordo de una baiosa manolo antolí

¿Cómo defenderse de los ataques de un docte cagalló?, ¿qué sutiles matices diferencian a un sompo de un somordo?, ¿qué demonios es una baiosa?, ¿qué quiere decir exactamente un alcoyano cuando afirma que «l'aigua està que arrapa»?, ¿cómo se organiza una buena cotxà a Benidorm? o ¿cuáles son las condiciones que ha de cumplir una persona normal para formar parte del selecto grupo de El Puntet?. Las respuestas a todas estas preguntas aparecen en un libro presentado el pasado jueves, que bajo al nombre de «Diccionari de butxaca. Manual básico para entender el idioma alcoyano» intenta servir de guía en la complicada selva lingüística de una ciudad muy creativa, que ha conseguido desarrollar un idioma propio lleno de preciosas metáforas y de frases incomprensibles para el foráneo.

Hay que enfrentarse a este diccionario en clave exclusiva de humor. Los autores de la obra son el escritor Pep Jordá y el periodista Javier Llopis. Sus textos tienen un único objetivo: provocar la sonrisa del lector y en ellos no hay que buscar ni el más mínimo asomo de rigor científico. El libro cuenta con las ilustraciones del pintor alcoyano Manolo Antolí, que ha captado con sus impactantes dibujos el espíritu de una obra, que al fin y al cabo sólo pretende ser un retrato caricaturesco de una sociedad, construido a través de sus palabras y de sus frases hechas.

Estamos ante la primera aventura editorial de la revista digital alcoyana Tipografía La Moderna. El proyecto ha sido posible gracias a la colaboración del Ayuntamiento de Alcoy, de Mutua Levante y de la empresa Visual Crea. La obra fue presentada el pasado jueves por el escritor Jordi Botella, en el transcurso de un acto que se desarrolló en el pub L'Escenari, espacio cultural irrepetible, que desde hace más de treinta años hace un considerable esfuerzo en la organización de actuaciones musicales, representaciones teatrales y exposiciones.

Hablar raro

Hablar raroLos alcoyanos hablamos raro. En nuestra lengua cotidiana hacemos un personal mezclote de valenciano, castellano y aportaciones propias. Esta sociedad tiene un patrimonio lingüístico inagotable, en el que no faltan expresiones con una fuerte carga de crueldad y frases con una extraña belleza poética. Definimos como El Puntet, lo que en el resto del mundo se conoce como pijerío. Una «astacà» no es un golpe propinado con una estaca, sino el impacto doloroso que recibe nuestra billetera cuando en un establecimiento hostelero la factura se ha disparado hasta límites indignantes. Tenemos hasta tres vocablos diferentes para definir a aquellos personajes que se distinguen por su pesadez o por su falta de alegría: posma, sompo y somordo. La baiosa, una mujer pija que habla arrastrando mucho las eses y que siempre está encantada de escucharse a sí misma, forma parte de nuestra peculiar fauna local. Al enterado de toda la vida lo transfiguramos en docte cagalló, añadiéndole un matiz escatológico y faltón al concepto. Cuando acudimos al cine a ver un western, les comunicamos a nuestros amigos que vamos a ver «una de comboixos» y si alguien sufre un acelerado proceso de envejecimiento o una racha de mala salud, resolvemos la situación diciendo que ha pegado «una acatxonà».

En Alcoy también existe un completo repertorio de frases hechas, que sirven para describir situaciones y estados de ánimo. Cuando alguien te quiere meter prisas y tú quieres pedirle algo de paciencia, basta con soltarle el dicho «poc a poc, que tinc la bajoca al foc». Por muy helada que esté, el agua de nuestras piscinas nunca está fría, siempre la describiremos diciendo que está «que arrapa». Cuando le queremos mostrar a alguien nuestro progresos en el gimnasio, forzamos el bíceps, le ponemos el brazo musculoso delante de la cara y le decimos aquello de «toca, toca, açó es ferro p'Alemania». Nuestra inventiva es inagotable y hemos sido capaces de traernos a nuestro terreno algunas frases tópicas del castellano: ir de Herodes a Pilatos se transforma aquí ir de Rodes (conocida fundición metalúrgica) a Pilatos. Otras construcciones gramaticales han acabado por convertirse en auténticas obligaciones sociales; cada vez que un alcoyano llega a una función teatral, a un concierto o a la toma de posesión de un alcalde ha de soltar la frase lapidaria «açí estem, pa que no mos ho conten». Si un convecino comete una barbaridad especialmente dolosa para el resto de la comunidad, le advertiremos con la peor de las amenazas «t'arrastraran como a Pelletes!», en una referencia histórica al alcalde Agustín Albors que fue asesinado (arrastrado) por las turbas durante la Revolución del Petrolio del Siglo XIX.

«Diccionari de butxaca» recoge algunas de las mejores perlas del inagotable patrimonio lingüístico de una ciudad, Alcoy, que ha trasladado al lenguaje sus tics y sus complejidades sociales. A pesar de estar escrito en clave de humor, este libro es real como la vida misma.

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