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La natalidad no levanta cabeza en Alcoy

La ciudad encadena el octavo año consecutivo de crecimiento vegetativo negativo al registrar en 2017 solo 454 nacimientos frente a 666 defuncione

El crecimiento vegetativo de Alcoy cotinúa siendo negativo. Juani Ruz

La natalidad no levanta cabeza en Alcoy. Los últimos datos hechos públicos por el Instituto Nacional de Estadística (INE), relativos a 2017, reflejan que la ciudad ha encadenado el octavo año consecutivo de crecimiento vegetativo negativo al registrar solo 454 nacimientos frente a 666 defunciones. El panorama no es mucho mejor en el conjunto de las comarcas de l'Alcoià, El Comtat y la Foia de Castalla, toda vez que sólo Ibi y Muro registraron datos positivos esa anualidad.

Pese a que Alcoy ya tuvo crecimientos vegetativos negativos de forma esporádica con anterioridad, fue a partir de 2010 cuando entró en una dinámica que se ha mantenido inalterable en el tiempo hasta este momento. La secuencia, según datos estadísticos del padrón, se inauguró el citado año, cuando le cifra fue de -6, y ha seguido en 2011 con -60, 2012 con -100, 2013 con -146, 2014 con -106, 2015 con -188, y 2016 con -173.

El último dato publicado por el Instituto Nacional de Estadística, correspondiente al año pasado, mantiene esa tendencia, y además corregida y aumentada, toda vez que los 454 nacimientos registrados ese año y confrontados con las 666 defunciones, arrojan un balance de -212, lo cual supone además el dato más negativo de toda la serie. La cifra, con todo, se rebaja a -188 si se toman como base los datos del padrón municipal, siempre más favorables.

El crecimiento vegetativo negativo tiene su lógica incidencia en los datos de población. Alcoy encadenaba hasta 2017 una racha de nueve años continuados de pérdida de habitantes. Los datos del INE situaban ese ejercicio el número de vecinos de la ciudad en 59.106, lejos de los 61.698 de 2008, cuando se inició la caída coincidiendo con la irrupción de la grave crisis económica. Falta por ver el dato correspondiente a 2018, que el INE todavía no ha hecho público. En el padrón municipal, pese a que también se han venido reflejando caídas de población a lo largo de estos años, la cifra de habitantes se sitúa en 61.332 personas.

La situación no es mucho mejor en lo que respecta al resto de municipios de las comarcas de l'Alcoià, El Comtat y la Foia de Castalla. Solo Ibi y Muro registran datos positivos. En el primero de los casos, la villa juguetera registró en 2017 un total de 201 nacimientos frente a 190 defunciones, lo que arroja un crecimiento vegetativo positivo de 11 personas. El municipio murero, por su parte, registró 98 nacimientos y 88 fallecimientos, con lo que el balance es de +10.

En Cocentaina el crecimiento vegetativo fue de -46 al haber 79 nacimientos y 125 defunciones; en Castalla de -15, con 58 y 73; en Onil de -18, con 57 y 75; y en Banyeres de -13, con 51 y 64. También destacan los -11 de Tibi, con 9 y 20; y ya en las áreas rurales, los-17 de Beniarrés, con 2 y 19; -16 de Planes, con 1 y 17; o -12 de Benilloba, con 3 y 15. Hay localidades que se han mantenido estables al registrar idéntico número de nacimientos y fallecimientos, como son Almudaina, Balones, Benasau, Benimassot, Facheca y Famorca.

Las zonas rurales vienen sufriendo desde hace más tiempo la despoblación, fruto del envejecimiento y la falta de servicios.

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