Una pasarela de 27 toneladas de peso y 38 metros de longitud une desde ayer los términos municipales de Alcoy y Cocentaina. El paso metálico quedó instalado tras una compleja operación que obligó a cortar la carretera N-340 durante cerca de una hora. La infraestructura, reivindicada desde hace muchos años, viene a garantizar la seguridad de las numerosas personas que hasta ahora se jugaban el físico transitando a pie junto a los vehículos para poder atravesar el Barranc Fondo.

El problema para los peatones irrumpió en el mismo momento, a finales de la década de los ochenta, en que se decidió desdoblar la N-340 entre Alcoy, Cocentaina y Muro. Los cuatro carriles habilitados a lo largo de este trazado cabían justos por el puente que está situado a la entrada de Alcoy, por lo que los transeúntes han tenido que jugarse el físico desde entonces al no tener otro remedio que pasar a escasos centímetros de los coches que circulan por la carretera.

Cabe reseñar, en este sentido, que se trata de una zona muy transitada, toda vez que conviven empresas y áreas residenciales, como es el caso de la urbanización de Gormaig.

Tras años y años de reivindicaciones, finalmente los ayuntamientos de Alcoy y Cocentaina decidían terminar con esta evidente situación de peligro y asumir entre los dos la construcción de una pasarela.

Con un presupuesto de 110.000 euros, de los que un 70% han corrido a cargo del consistorio alcoyano y el resto del contestano, hace dos meses se iniciaban unas obras que ayer vivían su colofón con la instalación de la propia pasarela.

Fue a través de una operación de tremenda complejidad, toda vez que la envergadura del paso metálico, de 27 toneladas de peso, 38 metros de longitud y 2,5 de ancho, hizo necesario el empleo de grúas de grandes dimensiones.

Primero llegó la pasarela a bordo de un interminable trailer, tras lo cual se procedió a cortar el tráfico en dirección a Alcoy durante cerca de una hora. Los vehículos, en concreto, fueron desviados desde el cruce del Parque Intercomarcal de Bomberos a través del polígono de Cotes Baixes.

Durante este intervalo de tiempo, grúas y operarios se afanaron para dejar colocado el paso con la máxima celeridad posible, sujetándolo a ambos lados del barranco y en paralelo a la carretera.

La alcaldesa de Cocentaina, Mireia Estepa, presente durante los trabajos, destacaba que la instalación de la pasarela «es el broche final a tres años de trabajo y colaboración entre los dos ayuntamientos. Es a través de la cooperación de los municipios como se consigue vertebrar el territorio».

Por su parte, el concejal de Obras, Jordi Martínez, también presente en la cita, manifestaba que esta nueva infraestructura «mejora la seguridad y facilita mucho la vida a las personas que bien a pie o en bicicleta transitan por la zona».

Se calcula que en un par de días la pasarela peatonal ya estará plenamente operativa.