Josefa Inés Santamaría es enfermera desde el año 1979 y se especializó como matrona en 2004. Durante su dilatada trayectoria profesional ha trabajado en diferentes servicios, fue supervisora de la UCI y del Centro de Especialidades y desde 2016 es adjunta a la dirección de Enfermería en el Hospital Virgen de los Lirios de Alcoy.
El Colegio de Enfermería de Alicante ha premiado su trayectoria profesional, ¿esperaba el reconocimiento?
Fue una sorpresa, aunque conocía que mis compañeros me habían propuesto. Estoy muy contenta.
Ha ejercido como enfermera en diferentes servicios, pero hace 14 años se especializó como matrona...
Siempre me gustó, pero cuando decidí hacerlo no había ese tipo de formación. Al final en 2004 retomé mis objetivos y estudié en la Unidad Docente de Matronas de la Comunidad Valenciana, en València, y realicé las prácticas en Xàtiva. Después me vine al Hospital de Alcoy, donde fui coordinadora de paritorio y responsable del montaje de los nuevos paritorios; matrona asistencial y desde 2016 estoy como adjunta a la dirección de Enfermería.
¿Cómo ha evolucionado el día a día de una matrona? Se está volviendo a los orígenes de apostar por los partos naturales...
Antiguamente era todo muy natural, pero las condiciones higiénico-sanitarias no eran las ideales. Después se pasó a un parto medicalizado con un sistema paternalista desde el hospital, donde los sanitarios éramos los que sabíamos y la mujer venía a que le dirigiéramos el parto; pero hay partos normales en los que la mujer sólo necesita apoyo y sentirse responsable de su parto, es ahí donde estamos ahora.
¿En qué momento cambia todo y de qué forma?
Surgen diferentes iniciativas a nivel mundial, pero aquí en España en 2008 el Ministerio edita la Estrategia de Atención en el Parto Normal, un documento muy importante que tiene como soporte otro en el que participamos una veintena de matronas de toda España, entre ellas una compañera del Hospital de Alcoy y yo, revisando toda la evidencia científica en el parto normal y estableciendo una serie de protocolos. A partir de ahí las comunidades se van sumando y empieza un cambio en los hospitales, un cambio institucional, porque cuando yo llego en 2004 en Alcoy ya habían sillas de parto, se hacía el piel con piel..., cosas que yo no había visto en otros hospitales.
El Hospital de Alcoy cuenta con un Manual de Funcionamiento de Paritorio, pionero en España.
Es un documento muy importante que delimita las competencias de cada profesional sanitario. Aquí las que atendemos a las mujeres somos nosotras y, salvo complicación, no interviene el médico. Este manual nos lo han pedido de muchas comunidades, como Andalucía y País Vasco.
Las matronas han sido reconocidas por ello...
El Hospital de Alcoy es un ejemplo en buenas prácticas de atención al parto. Así nos lo reconoció en 2014 el Ministerio, y en 2016 la OMS, a través de un compendio en que la única práctica avalada en esta rama de toda España fue la nuestra.
¿Cómo está contribuyendo en la difusión de estas metodologías?
He participado en foros y congresos para hablar sobre el parto normal, en ellos puedo relatar la experiencia del caso de Alcoy, pero siempre basándome en la evidencia científica.
¿Sorprende a los especialistas?
Sí, aquí estamos acostumbrados a trabajar en equipo, a ser nosotras las que atendemos a la mujer y que el médico no intervenga si no es necesario. Cuando cuentas esto muchos médicos se sorprenden, porque aunque es lo recomendado, no es lo habitual.
¿Cómo calificaría su trabajo?
Ser matrona es un trabajo muy bonito mientras no hay problemas, si hay una pérdida fetal o complicaciones con la madre es muy duro. Yo pasé de acompañar a morir en la UCI a acompañar a nacer en paritorio. Pero para lo primero nunca se está preparado, la experiencia te hace aguantar el tipo, pero te vas a casa y te lo llevas.
