El Ayuntamiento de Ibi ya tiene el proyecto de rehabilitación del Molí de Paper. El documento permite al consistorio dar un paso más e iniciar la licitación de las obras para que puedan arrancar a principios de 2019. El proceso de restauración deberá finalizar en noviembre del próximo año, plazo límite para justificar la cuantía económica que la Generalitat otorgó al municipio para ejecutar esta fase de las obras.
El equipo de gobierno ha dado un paso más con la obtención del proyecto de rehabilitación del Molí de Paper. El documento, que recoge las pautas que se llevarán a cabo para ejecutar la estabilización y la restauración del edificio, permite al consistorio iniciar la fase de licitación de las obras. Tal y como explicaba el edil de Urbanismo, Santi Cózar, «ahora hemos de atender a los plazos administrativos de licitación que oscilarán alrededor de tres meses. Nuestra intención en todo momento ha sido ir a la mayor celeridad posible pero hay trámites que no se pueden obviar ni acelerar».
Indicaba que «las obras deberán estar acabadas en noviembre de 2019, fecha en la que termina el plazo de justificación de la subvención otorgada por la Generalitat», que asciende a 489.000 euros y supone el 40% de la inversión total. Incidía de nuevo en que «el retraso de los trabajos ha posibilitado que la restauración se acometa en una única fase, un aspecto que facilita las gestiones de obra en las inmediaciones ya que hay que vallar, controlar la descarga de materiales, etc».
Las acciones de rehabilitación atenderán en todo momento a lo que se contempla en el plan director y prestarán especial atención a la conservación de la esencia patrimonial de esta pieza ibense.
Segunda fase
Una vez finalizadas las obras de rehabilitación, el consistorio deberá poner en marcha el contenido y los usos del edificio. Tal y como recoge el plan director, está previsto instalar en el interior del Molí un centro de interpretación biológico y etnográfico con el objetivo de dar a conocer los elementos que componen su historia. Además, también contempla la ubicación de un albergue y oficinas para la gestión del edificio. Pero sin duda, la propuesta más suculenta es la instalación de un espacio de restauración en este idílico espacio.
Cózar indicaba respecto al contenido que «se atenderá en todo momento a lo contemplado en el plan director ya que es un documento que preserva la esencia histórica del Molí, pero primero hay que centrarse en la restauración que es lo que tenemos que ejecutar durante el próximo año»
Si todos los procesos administrativos se cumplen, el mes de marzo dará comienzo el proceso de rehabilitación de esta pieza patrimonial. Un proceso crucial para que el edificio no se deteriore más y no sufra más derrumbes. Un paso que sin duda han demandado todos los grupos políticos del municipio así como los vecinos ibenses que ven en el Molí de Paper un espacio que acumula grandes dosis de historia y que al mismo tiempo reúne un gran potencial turístico para Ibi
