La Audiencia de Alicante juzgará la próxima semana a los presuntos integrantes de una violenta banda de ladrones que causó la muerte de una anciana de 90 años en uno de sus robos, cometido el 16 de febrero de 2012 en la localidad alicantina de Alcoleja.

El escrito de acusación provisional elaborado por la fiscalía, al que ha tenido acceso Efe, atribuye a siete sospechosos la participación en ese asalto, pero exculpa del mismo a un octavo implicado.

Según cada caso, el ministerio público reclama penas que varían entre los siete y más de 40 años de cárcel por delitos contra la salud pública, robo con violencia y con fuerza en las cosas, pertenencia a organización criminal y homicidio.

Los ocho encausados están en libertad provisional por esta causa, mientas que otros dos supuestos miembros de la organización se encuentran fugados y no podrán ser juzgados en esta vista oral, que comienza el próximo lunes y se prolongará varios días.

La banda perpetró presuntamente un primer robo la noche del 29 de septiembre de 2011 en una carnicería ubicada en la calle San Joaquín de Alcoleja, en el que la propietaria fue maniatada y amordazada y los asaltantes obtuvieron un botín superior a los 7.000 euros. Una acusada, que conocía previamente a la dueña del establecimiento, entró en él cuando ya estaba cerrado al público con la excusa de comprar unos productos y se hizo pasar luego por una víctima más de los ladrones, según la fiscalía.

El 16 de febrero siguiente, en el año 2012, la banda regresó a la localidad y, en ejecución de un plan previo, asaltó la vivienda de Teresa Ivorra Molla, de 90 años, enclavada en la plaza del Palacio del municipio.

La anciana se encontraba en esos momentos junto a su cuidadora, a la que una de las presuntas integrantes del grupo criminal roció la cara con un aerosol justo después de que abriera la puerta. Otros acusados le taparon la boca para que no gritara, la tiraron al suelo, le ataron de pies y manos con cinta adhesiva y le propinaron varios golpes.

La nonagenaria, siempre de acuerdo con el escrito de la acusación pública, también fue inmovilizada en el suelo y acallada con un trapo en la boca.

Las dos mujeres fueron colocadas juntas -la cuidadora encima de la anciana-, aprisionadas, golpeadas e intimidadas con un cuchillo para que revelaran el lugar de la casa donde ocultaban el dinero y las joyas.

La dueña de la vivienda perdió la consciencia, aunque no recibió ningún tipo de auxilio, y acabó falleciendo por asfixia, tal y como constataron los forenses.

"Los acusados actuaron con la intención de ejercer la violencia que fuera necesaria -explica el fiscal en su calificación jurídica-, aun sabedores de las consecuencias nefastas que sus actuaciones podían conllevar en la salud de una mujer de tan avanzada edad".

Los asaltantes se hicieron con unos 1.900 euros en efectivo, algunas joyas de oro, un reloj y una videocámara, y huyeron de la vivienda