El barrio de Batoy nació entre los años 50 y 60 como una colonia, un asentamiento de inmigrantes con aislamiento geográfico y carencia de servicios en esa época. En los años 60 se crean cinco grupos de viviendas de protección oficial, como son l'Assumpció, Sant Josep, Santa Margarida, Campanya de Nadal y Mestres, con más de 280 pisos. Rodeado también por suelo industrial, a finales de los años 70 y durante la década de los 80 se convirtió en zona de fiesta para la juventud de la época.
Batoy, por otro lado, siempre ha sido un barrio vivo y combativo, lo que le ha permitido lograr infraestructuras como la escuela infantil municipal, el instituto, dotaciones deportivas, centro de mayores, biblioteca, parques, el puente Pep Llinares o el mercadillo dominical. Pese a ello, también tiene muchos retos urbanísticos, sociales y económicos pendientes.
