El Ayuntamiento de Balones se ha visto obligado a cortar el suministro de agua potable por las noches debido a los últimos meses de sequía. La población se abastece en horario diurno con el apoyo de un pozo situado en el vecino municipio de Millena que ha sido canalizado. Los técnicos de la Diputación, mientras tanto, buscan soluciones definitivas para evitar restricciones en el consumo.

El alcalde de Balones, Juan Tomás Bou, destaca que desde los temporales de lluvia de hace dos inviernos «las precipitaciones han sido más bien escasas. Además, en los últimos meses en nuestra zona prácticamente no ha caído una gota, con lo que al final el pozo del que nos abastecemos habitualmente se ha quedado prácticamete seco».

En este contexto, la Diputación, tras las gestiones realizadas desde el Ayuntamiento, ha puesto en marcha una solución provisional consistente en canalizar hasta el pozo de Balones el agua procedente de otra captación situada en el vecino municipio de Millena. Pese a ello, la cantidad que llega es insuficiente para atender la demanda diaria de los 90 vecinos que residen habitualmente en la localidad, por lo que el suministro permanece cortado entre las diez y media de la noche y las seis de la mañana. Es el propio alcalde el que se encarga a diario de cortar y abrir la llave sitiada en el mismo pozo, mientras que los vecinos deben ducharse por el día y hacer acopio de agua para las necesidades nocturnas.

Con todo, y más allá de que las lluvias que se anuncian puedan aliviar la situación, en la actualidad se trabaja en la búsqueda de una solución definitiva y sostenible. Aparte de las molestias que conlleva la actual situación, el Ayuntamiento se gasta 300 euros cada vez que acciona el sistema de bombeo que canaliza el agua desde Millena.