La Cruz Roja de Alcoy cuenta con un presupuesto anual de 300.000 euros para desarrollar el programa humanitario. Según explican el presidente, Juan Cortés, y el coordinador, Pablo Granados, este dinero también está sirviendo para reactivar la economía local.

Para ponerlo en marcha «hemos tenido que contratar a ocho personas», lo que suponen puestos de trabajo directo. Pero, además, todas las compras las realizan en empresas y comercios del municipio o de la comarca. «Incluso el catering que nos sirve la comida es de aquí», insisten.

A cada inmigrante cuando llega se le entregan 40 euros para que compre ropa y calzado. Estas prendas y complementos también las adquieren en establecimientos de la ciudad, así como cada uno decide en qué gastar los 10 euros semanales que reciben. «Aunque parezca poco dinero, es dinero que se queda aquí, que se reinvierte en Alcoy».

Cortés compara la labor que están desarrollando con la del hospital Sueco-Noruego durante la Guerra Civil, «ellos vienen les ayudamos y se van».

En palabras de Pablo Granados, «ofrecemos una ayuda humanitaria que a la vez favorece en la reactivación de la economía local».