Iberdrola y la Conselleria de Economía Sostenible han acometido los trámites para la construcción de la segunda subestación de la Foia de Castalla. La compañía eléctrica ya ha entregado el proyecto, mientras se concreta la ubicación exacta de las instalaciones. Esta nueva planta se sumará a la que entró en servicio el pasado mes de agosto y servirá para garantizar el suministro en toda la comarca a largo plazo.
Tal y como se ha venido informando, fue el pasado mes de agosto cuando entraba en servicio la subestación eléctrica de Bastà, en el término municipal de Castalla, dando respuesta de esta forma a una larga reivindicación de los empresarios y los ayuntamientos, que suspiraban por unas instalaciones que terminaran con los problemas de falta de potencia existentes en la zona. De hecho, numerosos proyectos empresariales permanecían bloqueados por esta circunstancia, como es el caso de un polígono industrial en el citado municipio.
La actuación se presupuestó inicialmente en 3,7 millones de euros, pero problemas de cimentación dispararon finalmente los costes a 5,5 millones.
Con todo, esta planta es solo la primera fase de un proyecto más complejo, que contempla la construcción de dos subestaciones. En un primer momento estaba previsto habilitar sólo una, pero con el objetivo de evitar complicaciones técnicas y medioambientales, así como reducir los costes económicos para el sistema eléctrico, se acordó dividirla en dos.
En este sentido, y según la información facilitada desde la Conselleria de Economía, el proyecto de la segunda subestación ya está en manos de este departamento. En la actualidad, además, se están consensuando cuestiones relativas a la implantación con Red Eléctrica Española y la propia Iberdrola, y concretando al mismo tiempo la ubicación exacta de las futuras instalaciones.
En cualquier caso, el objetivo es que quede situada entre las carreteras CV-811 y CV-80, tembién en término municipal de Castalla y junto a la autovía que conecta la Foia con Sax.
Esta nueva subestación es totalmente imprescindible, toda vez que como ya señaló el alcalde de Castalla en el momento en que entró en servicio la de Bastà, si no se construyera la segunda, los problemas de suministro volverían en el plazo de unos tres años.
Los trámites en este sentido avanzan a buen ritmo, de manera que se espera que las obras sean una realidad a la mayor brevedad posible.
