n Las horas centrales del fin de semana estuvieron marcadas por la amplia afluencia registrada en los establecimientos de restauración del centro de la ciudad. La ruta del vermut y la tapa, hizo que vecinos y visitantes colgaran el lleno absoluto en todos los bares y restaurantes de las calles colindantes a la plaza de España y La Glorieta. Muchos eran los que a última hora de la mañana ya no encontraban sitio para comer e incluso no podían adquirir el vaso modernista ofrecido con el vermut por estar agotadas las existencias. En el horario nocturno los carteles de completo volvieron a ser protagonistas, un hecho que indica el gran balance que la Feria ha dejado en estos establecimientos.