Se cumplieron los malos presagios y la ocupación de los alojamientos rurales de la provincia de Alicante ha retrocedido este verano después de tres años de dinámica positiva. El porcentaje se ha quedado alrededor del 60%, en un descenso en el que ha tenido mucho que ver la competencia desleal y la evidencia de que resulta necesaria una mayor promoción.
Tal y como se ha venido informando, los alojamientos rurales de la provincia de Alicante tuvieron que superar una larga travesía en el desierto provocada por la fuerte crisis económica, período durante el cual fueron muchos los que tuvieron que echar la persiana y otros los que decidieron coger el toro por los cuernos e invertir para mejorar sus instalaciones y atraer a clientes profundizando en la calidad.
Este proceso de reconversión obtuvo sus frutos y, coincidiendo con la mejora de la situación económica, el sector empezó a remontar en una secuencia que se observó perfectamente en estos tres últimos años y, más en concreto, en 2017, cuando la ocupación llegó a situarse en pleno mes de agosto en el 80%.
El verano que está a punto de finalizar, en cambio, ha roto con esta dinámica positiva, toda vez que la actividad ha quedado reducida en agosto a alrededor de un 60%.
A la hora de encontrar las causas de este retroceso, hay que hacer mención a los factores a los que ya temía el sector antes de la llegada de las vacaciones estivales. En primer lugar aparece la competencia que los alojamientos rurales consideran desleal de algunas plataformas de lo que se ha dado en llamar economía colaborativa, que se dedican al alquiler de casas y apartamentos.
Cabe recordar, en este sentido, que desde la Agencia Valenciana de Turismo (AVT) se ha sancionado a varios de estos portales de internet por incluir en su oferta viviendas no registradas en la base de datos de la Generalitat. De igual forma, el Ayuntamiento de Barcelona ha sido otra de las instituciones que ha aplicado sanciones.
Las citadas plataformas también han obtenido rechazo por parte de cadenas hoteleras, que exigen una regulación y un control por parte de las autoridades competentes sobre las viviendas de uso turístico que se anuncian en estos portales.
El segundo de los factores que están teniendo incidencia en el descenso de la ocupación es la necesidad de un mayor esfuerzo en materia promocional. Desde la Asociación Provincial de Turismo Alicante Interior se hace especial énfasis en posicionar este territorio como destino turístico no solo para los clientes de cercanía, sino también para los procedentes de otros países.
El objetivo pasa por crear productos que se puedan vender en el extranjero y que garanticen una ocupación a lo largo del año con reservas anticipadas, y no solo de última hora.
Juegan a favor del sector los atractivos del entorno natural, y las actividades que se pueden ofrecer como rutas a pie, en bicicleta o a caballo, visitas a bodegas, servicios de masaje, paseos en globo, eventos especiales con catas de productos autóctonos o visitas guiadas. También la oferta gastronómica puede ser un aliciente para los millones de turistas que llegan a las zonas de costa, y que se pretenden captar para que se adentren en las zonas de interior.
El problema en materia promocional es el económico, por lo que desde el sector se apela a la sensibilidad de las distintas administraciones.
