La capital de la Foia vivió ayer la segunda jornada de sus Fiestas de Moros y Cristianos en honor a la Virgen de la Soledad. Un día en el que el primer alardo y la «Ballada de Banderes» se convirtieron en los verdaderos protagonistas de los festejos. El buen tiempo y la coincidencia en fin de semana volvieron a garantizar el éxito de público en los actos.

El día de fiesta despertaba bien temprano con la Segunda Diana y la Misa de Comparses. Sobre las 12.00 horas los festeros, ataviados con sus objetos de disparos se preparaban para inundar las calles del centro del municipio de estruendos y olor a pólvora. El bando cristiano con Mariners, Maseros, Pirates y Cristians iniciaban su recorrido desde la Iglesia, mientras que las huestes de la media luna con Moros Grocs, Moros Vells y Mudéjares lo hacían desde el Convento.

En el acto tampoco pudieron faltar los rostros de los más pequeños, los «Àngels de la Rodella» que se encargaron de guiar a cada una de sus comparsas. Ambos bandos se encontraron en la Plaça Major. Este año, alrededor de 100 festeros participarán en los distintos actos de disparo en los que se quemarán 400 kilos de explosivos.

Los «disparos» dieron paso a uno de los actos más esperados: «la Ballada de Banderes». Bajo el ritmo de la música festera un representante de cada comparsa cogió su bandera para iniciar y simular esta batalla que tiene como protagonistas a los estandartes de las siete comparsas.

Por la tarde, la pólvora volvió a ser la protagonista en el acto de la «Guerrilla», además de la Embajada del Moro y la Procesión. El municipio continúa hoy con sus fiestas con el Desfile Infantil y la «Ballada de Banderes» de los más pequeños así como la ofrenda de flores a la patrona.

Los festejos concluirán mañana con el Segundo Día de Trons y la elección de nuevos capitanes.