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Alcoy

Un polvorín en los barrancos urbanos

El Ayuntamiento critica que la CHJ no realice trabajos de limpieza en estos terrenos ni conceda permiso al personal municipal para hacerlo

Un polvorín en los barrancos urbanos

Un polvorín en los barrancos que atraviesan el casco urbano. Eso es lo que tiene Alcoy, un grave peligro de incendio al lado de las viviendas, sin que de momento se hayan adoptado medidas para remediarlo. Y es que el Ayuntamiento de Alcoy critica la actitud de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), que a pesar de las peticiones en este sentido no ha realizado trabajos de limpieza y desbroce, ni tampoco concede permiso al personal municipal para que lo haga.

Alcoy es conocida como la ciudad de los puentes, precisamente porque toda su orografía urbana está surcada por innumerables barrancos. Lo que sin duda es una característica que le confiere un atractivo singular al municipio, también es un punto en contra en lo que respecta a los problemas que se derivan de ella.

El más evidente, sobre todo cuando llegan los meses estivales, es el peligro de incendios. Los barrancos en cuestión están repletos de arbolado y matorrales, vegetación que en algunos puntos deriva en auténticas selvas. El riesgo radica en que algunas de estas zonas están muy próximas a viviendas, con lo que en caso de fuego las consecuencias podrían ir mucho más allá de las simples pérdidas medioambientales.

También algunas de estas selvas están sobrevoladas por puentes, como los de San Roque y la Pexina, donde el peligro resulta más que evidente. De hecho, cabe recordar un incendio registrado hace alrededor de un año en las inmediaciones del puente de Cervantes, que desencadenó la alarma debido a la densa humareda y a las dificultades que encontraron los medios de extinción a la hora de actuar.

Otro punto candente es el barranco situado a espaldas del Casal de Sant Jordi, en la zona de Algezares, donde la maleza y también la suciedad se concentra en puntos próximos a las viviendas.

Esta situación no ha pasado desapercibida para el Ayuntamiento, que sin embargo se encuentra atado de pies y manos a la hora de actuar en materia preventiva. Así lo ha señalado a este diario el concejal de Obras y Servicios, Jordi Martínez, quien se ha encontrado con todo un muro en forma de Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ).

Según explica el edil, las competencias en materia de mantenimiento de los barrancos son de este organismo, toda vez que forman parte del dominio público hidráulico. Sin embargo, este es el momento en que no se ha logrado que se lleve a cabo actuación alguna.

«Hemos solicitado que lleven a cabo los trabajos de limpieza y desbroce, o que en caso contrario autoricen al Ayuntamiento a hacerlos, pero siempre nos hemos encontrado con la negativa por respuesta bajo el argumento de que son sus técnicos los que tienen que concretar las actuaciones», ha señalado Martínez.

La consecuencia es que año tras año no solo la situación se mantiene igual, sino que incluso el peligro se va acrecentando al ser cada vez más importante la masa forestal y más próxima a donde se encuentran situadas las casas.

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