La emoción y la memoria invadieron en la mañana de ayer el monolito en recuerdo de los dos forestales fallecidos en el incendio de La Torre. Multitud de vecinos y visitantes se dieron cita a primera hora de la mañana para traer al recuerdo los amargos hechos de agosto de 2012 y honrar la memoria de los dos profesionales que perdieron la vida.

Los presentes depositaron flores a su llegada al monolito como símbolo de evocación. En la cara de los familiares se podía ver la conmoción y el dolor. Una de las hijas de los fallecidos lanzó palabras de cariño en homenaje de su padre.

También se aludió a las heridas morales de la muerte de Ernesto Aparicio Esteve y Emilio Abargues Bataller, cuya desaparición continúa muy presente. Los familiares esperan a día de hoy que la causa judicial reabierta en diciembre de 2016 arroje algo de luz verde a esta tragedia que se cobró la vida de dos profesionales que realizaban su trabajo con la mayor dedicación y entrega.