El sector de la cereza en la provincia de Alicante ha completado su mejor campaña en una década tras alcanzar un volumen de negocio de ocho millones de euros. La cosecha se ha situado en los tres millones de kilos pese a las mermas registradas por la lluvia y el granizo en puntos muy localizados, y los precios además se han mantenido bastante estables a lo largo de toda la temporada. La calidad también ha sido óptima, aunque con un calibre discreto en las zonas de secano.
Después de la larga travesía en el desierto que supusieron los años de sequía, el sector de la cereza se las prometía felices esta campaña, y afortunadamente las previsiones han acabado cumpliéndose casi en su totalidad. Poco antes de que arrancara la recolección, se apuntaba a una cosecha de 3,5 millones de kilos, aunque con todas las precauciones, teniendo en cuenta que se trata de una fruta muy sensible ante las adversidades meteorológicas.
Pues bien, la producción al final se ha situado en tres millones de kilos, con una merma relativamente baja respecto a lo que suele ser habitual en una campaña que se prolonga a lo largo de más de cuatro meses. Según explicaba el presidente de la Denominación de Origen Cerezas Montaña de Alicante, Hilario Calabuig, «solo hemos registrado algunas pérdidas en puntos muy localizados, debido a tormentas y trombas de granizo. Afortunadamente, para el conjunto del sector no ha sido demasiado significativo, aunque lógicamente sí para las zonas afectadas». El término municipal de Planes fue uno de los enclaves en que hubo problemas de este tipo, aunque también en parcelas muy concretas.
Por lo demás, la campaña se ha desarrollado con normalidad, con una fruta de calidad óptima, aunque con calibres discretos en las zonas de secano debido a la escasez de lluvias en la primera parte del año.
Los precios, por otro lado, se han mantenido bastante estables durante toda la temporada, lo que ha permitido alcanzar un volumen de negocio próximo a los ocho millones de euros. «Al principio de la campaña -explicaba Calabuig- los precios son elevados, algo de lo que nos pudimos aprovechar al entrar en los mercados antes que nuestros competidores. Después, cuando llega junio, ya hay una gran oferta de fruta, con lo que la cotización baja. En cualquier caso, no ha habido oscilaciones importantes».
La buena campaña también ha permitido dedicar la mitad de la cosecha a las exportaciones, con Europa como principal punto de destino. «Como viene siendo habitual, países como Italia, Francia, Gran Bretaña, Alemania o Polonia han sido buenos clientes nuestros. Además, la precocidad de nuestras cerezas nos permitió llegar a los mercados internacionales antes de que Turquía y Grecia entraran en producción».
