Veintidós profesionales bolivianos han completado su formación sobre tecnologías del agua en el Campus de Alcoy de la Universitat Politècnica de València (UPV). La Universidad Católica «San Pablo» de Bolivia inició este máster de la mano de la UPV para dar solución a la problemática de este recurso en su país, prepararando a especialistas en la materia.
Bolivia es un país rico en recursos hídricos. Cuenta con tres cuencas que recogen las aguas que desembocan en las vertientes del Atlántico, del Altiplano y, en menor medida, del Pacífico. La cuenca más importante es la del Amazonas o Norte, seguida de la del Plata o Sur y, en último lugar, la Lacustre o Central.
Pese a la abundancia de recursos, el país está haciendo un uso insuficiente de éstos, tal y como explica la coordinadora nacional de proyectos especiales de la Universidad Católica Boliviana «San Pablo» (UCB), Melina Balderrama Durán. «Bolivia es un país que tiene el doble de extensión que España y tan sólo 12 millones de habitantes» en el que a día de hoy «el servicio de agua potable se ha cubierto en el 80%, el saneamiento de la red en menos del 50% y el tratamiento de aguas residuales no llega al 14%».
Por ello, y dentro del marco de la política nacional de desarrollo, «el país encara desde 2014 una estrategia para dotar de estas infraestructuras». A los problemas orográficos se suma «el déficit de talento humano que se dedica a este tema», y de ahí surge la propuesta de la UCB de formar a los profesionales y centrar las líneas de investigación en adaptar las tecnologías a la situación orográfica del país.
Melina Balderrama Durán explica que cuentan con mucha cooperación internacional que ha financiado gran parte de las infraestruturas de agua potable y saneamiento, así como de aguas residuales. Sin embargo, de éstas últimas «la mayoría no funcionan porque las han hecho gente de otros países y después no hay nadie cualificado para mantenerlas».
La universidad, llegados a este punto, contactó con el Ministerio de Medio Ambiente y Agua para exponerle que «queríamos trabajar en la formación de profesionales a través de un máster» y que querían colaborar con ellos. Fue a partir de este momento cuando, con el apoyo institucional, la UCB inició los contactos con la Universitat Politècnica de València (UPV), en concreto con el Campus de Alcoy, para colaborar de forma estrecha con el departamento de Ingeniería Química.
En este sentido, el compromiso de la universidad boliviana con la problemática del agua de su país ha permitido crear un programa de formación de carácter internacional de la mano de la UPV compuesto por 16 meses de estudios online y 2 de estancia en Alcoy. Durante este último periodo los alumnos, todos ellos profesionales del sector, realizan prácticas en laboratorios, visitan instalaciones y ejecutan sus proyectos de final de máster.
Los temas de los proyectos abordan la aplicación de técnicas de oxidación avanzada, evaluación de calidad de agua en regiones de Bolivia sin acceso a recursos, optimización de procesos de potabilización en plantas existentes, análisis de viabilidad económica, diseño de tratamientos terciarios de aguas depuradas, uso de residuos frutales como coagulantes naturales en procesos de depuración o detección de baterias patógenas en aguas.
Balderrama Durán, asimismo, indica «un estudio de la cooperación Alemana dijo que hacían falta 15.000 profesionales», una cifra que llevará su tiempo alcanzar. En esta segunda edición del máster han participado 22 alumnos, que sumados a los de la primera alcanza las 40 personas formadas y especializadas en este tema.
Las plazas para cursar estos estudios son limitadas, «pueden inscribirse un máximo de 30 personas», ya que durante la formación práctica en Alcoy se pretende dar una atención muy personalizada a los alumnos y lo ideal es que los grupos sean reducidos. «Es importante destacar que estas personas en su día a día trabajan y han de sacar tiempo para completar sus estudios», así como para su estancia en Alcoy durante dos meses.
La UCB y la UPV ya están trabajando en la tercera edición del programa, el cual empezará en febrero de 2019. Entre las novedades destaca la incorporación de asignaturas orientadas a la simulación hidrológica o la dirección de proyectos. Otro punto importante será la vinculación del programa de postgrado financiado por fondos belgas (VLIR) y la participación activa en seminarios de profesores de universidades de Bélgica.
