La recogida de los cereales ha empezado en la provincia con cosechas irregulares a causa de la inestabilidad del tiempo. Los agricultores han logrado salvar la campaña, después de cuatro años encadenando pérdidas, y ahora esperan que la producción total de la provincia se acerque a las 14.000 toneladas.
Tal y como viene informando este diario, el sector de los cereales llevaba arrastrando cuatro años consecutivos de pérdidas como consecuencia de la sequía, los primeros años, y la última campaña por la irregularidad de las lluvias, las cuales fueron generosas en invierno, e inexistentes en las semanas decisivas para el crecimiento de los cereales.
El principal producto que se cultiva en los campos alicantinos es la cebada, seguida de la avena y el trigo.
Aunque los agricultores han logrado salvar las cosechas gracias a las precipitaciones primaverales de última hora, el responsable del sector en La Unió, Gonzalo Cots, ha explicado que «el rendimiento no será homogéneo», ya que «dependerá, entre otros factores, de la época de la siembra». No obstante, Cots estima que la producción se situará en el conjunto de la provincia cercana a las 14.000 toneladas».
El proceso de recolección ha empezado ahora, una vez que los cereales están secos. Con una cosechadora «se separa el grano de la paja» para depositar el primero en un remolque, facilitando así su traslado. Posteriormente, según ha explicado el responsable de La Unió, «se procede al embalado de la paja con una máquina rotativa».
Cabe recordar que la Conselleria de Agricultura y Medio Ambiente ha recomendado a los agricultores priorizar el trabajo en las parcelas de menor riesgo de incendios, evitar las horas de máximo calor y no cortar hasta el suelo para que no se produzcan chispas, todo ello con el objetivo de prevenir posibles fuegos.
