Las vestiduras grotescas y los disfraces fueron los verdaderos protagonistas del Dia del Ros. Un evento que tuvo lugar durante la tarde ayer y como viene siendo habitual año tras año dio la bienvenida al verano. El peculiar desfile recorrió las calles de Batoy, el Viaducto y la Zona Norte, lugar donde la fiesta terminó con una gran fiesta en al anfiteatro de Amando Blanquer. Las sonrisas y la diversión fueron los principales ingredientes de esta tradicional fiesta alcoyana.

Decenas de vecinos de todas las edades se daban cita a media tarde en las distintas barriadas de la ciudad. Las ganas de fiesta se percibían en el ambiente, así como las de celebrar la llegada de la época estival y toda la ciudad quedó prendada de esta alegría. La música y diversidad de animaciones acompañaron a los participantes en los diversos recorridos. Y fueron muchos los vecinos que contagiaron de fiesta a toda la ciudad.

En la Zona Norte, el recorrido finalizó en el anfiteatro de Amando Blanquer, donde tuvo lugar una multitudinaria fiesta infantil con música. En ella todo el público pudo participar en los diferentes juegos. Además, los pequeños también disfrutaron del espectáculo «Banda la Selva». La escenificación captó la atención de grandes y pequeños.

Un mar de antorchas

Al finalizar la tarde infantil, algunos de los vecinos de la Zona Norte prolongaron la jornada lúdica y celebraron una cena de «sobaquillo» en la sede de la Asociación de Vecinos, desde donde emprendieron un recorrido con antorchas y al son de la chirimita hasta llegar a la hoguera, situada en el aparcamiento del centro de salud La Bassa.