La pobreza se ha cronificado en los últimos años en Alcoy. El número de inmigrantes que recurren al Economato de Cáritas ha descendido considerablemente, pero la entidad se ha encontrado con otra realidad, y es que cada vez son más los alcoyanos de nacionalidad española que necesitan ayuda y el número de inmigrantes ha descendido. En la actualidad, el centro atiende a 340 familias, un 10% menos que el año pasado, pero la bajada no es tan positiva como parece, ya que los usuarios cada vez son más vulnerables y tienen más dificultades para salir de la precariedad.
Desde el inicio de la crisis el Economato de Cáritas en Alcoy ha registrado un incremento constante de personas que necesitaban ayuda. El perfil del usuario ha ido cambiando durante este tiempo, pasando de ser en su mayoría inmigrantes, a poco a poco acudir cada vez más alcoyanos. «Muchos inmigrantes han regresado a sus países de origen, sobre todo los que procedían de Sudamérica, o han cambiado de ciudad en busca de trabajo», explica el responsable del Economato, Rafael Tortosa. Pero precisamente la falta de empleo ha sido, según insiste, el detonante que ha provocado que «cada vez veamos a más gente en la cola conocida».
La edad es otra cuestión que preocupa a la entidad, ya que «hay mucha gente de 50 años para arriba que cada vez encuentra más problemas para reinsertarse en el mundo laboral». En estos casos, asegura Tortosa, «la situación se complica mucho y se cronifica, dado que no consiguen salir del bache».Un problema añadido a eso «es que está empezando a heredarse, y ya tenemos hijos de usuarios demandando ayuda».
Si bien el panorama no es para nada esperanzador, lo cierto es que desde 2016 el Economato de Cáritas está registrando un ligero descenso en el número de familias que acuden en busca de alimentos y productos de higiene. En la actualidad, atienden a 340, un 10% menos que en 2017, cuando ya se produjo una bajada de un 15%.
Pero el continuo descenso no supone realmente una mejoría, según explica Rafael Tortosa, pues «son menos, pero necesitan mucha más ayuda» porque son más vulnerables y tienen más dificultades para salir de la situación de precariedad en la que se encuentran.
Alcoy es una ciudad que siempre se ha caracterizado por ser solidaria, por ello, el responsable del Economato aprovecha para hacer un llamamiento, para que la gente y las entidades ayuden en la medida de lo posible «a que continuemos dando de comer a todas esas familias que lo están pasando verdaderamente mal».
Con todo, recuerda que los usuarios son derivados al Economato por las parroquias y que dependiendo del número de miembros que componga la familia o de si tienen algún ingreso, se les entrega comida totalmente gratuita o han de pagar un 30% de su coste en el mercado.
