Los arcabuces y los históricos textos de las Embajadas vistieron ayer el ambiente de Banyeres. En total más de trescientos cincuenta festeros participaron en los actos del Alardo. Una cifra que batió todos los récord, ya que el pasado año ni siquiera alcanzaron los cien participantes. La subvención de un porcentaje de la pólvora por parte del Ayuntamiento y la ayuda de la Comisión de Fiestas en la gestión del permiso de armas, han sido los factores que determinaron el notable ascenso.

Los actos litúrgicos en honor al patrón, San Jorge, dieron paso a la jornada más sonora de todo el programa. Tras la «despertà» protagonizada por la comparsa Moros Vells daba inicio la Diana. Un acto que recorrió las calles más céntricas del municipio hasta concluir en la plaza Mayor.

Seguidamente, los festeros se dirigieron al Barranc del Fondo donde repusieron fuerzas en sus sedes para llevar a cabo las batallas de arcabucería.

Los doscientos cuarenta kilos de pólvora y los estruendos de los arcabuces llegaron a todos los rincones de la Mariola. Pasado el mediodía tuvo lugar la Embajada Mora, continuando con la batalla a las 17.30 horas y concluyendo con la Embajada Cristiana, momento en el que la población fue reconquistada finalmente por las huestes cristianas.

Las Fiestas finalizarán hoy con el Día del Cristo. Una jornada que estará marcada por el disparo de salvas en el cementario en memoria de los difuntos. Se conocerán también los capitanes para 2019.