La provincia de Alicante ha cerrado la campaña de aceitunas con un volumen de negocio cercano a los 29 millones de euros. La cosecha se ha incrementado alrededor de un 50% hasta alcanzar los 40 millones de kilos, al tiempo que los precios del aceite se han estado moviendo en unos niveles aceptables. El sector, a la vista de estos datos, valora el año de manera positiva, sobre todo teniendo en cuenta que han sido varios los años que han estado marcados por la fuerte sequía.

El sector de la oliva, como prácticamente la totalidad del resto de sectores agrícolas de la provincia de Alicante, había estado atravesando una larga travesía en el desierto. La prolongada y acusada sequía de los últimos años había reducido de forma notable las cosechas, hasta el punto de poner en situación de riesgo a los árboles, parte de los cuáles no habían podido resistir la falta de agua.

Sin embargo, las abundantes lluvias registradas en el invierno del año pasado cambiaron por completo la situación, lógicamente de manera positiva. Las generosas precipitaciones recuperaron el arbolado y eso se tradujo en un más que notable incremento de la producción, de alrededor del 50%, lo que ha permitido situarse en los 40 millones de kilos de aceitunas. Tan sólo se tuvieron que lamentar algunas mermas en parcelas en que la oliva no llegó a cuajar correctamente, y también las pérdidas registradas en algunos enclaves, como los alrededores de Cocentaina, como consecuencia de una tromba de granizo.

Según la información facilitada por fuentes del sector, los precios se han estado moviendo en plena campaña en unos niveles aceptables, con cotizaciones al principio de 4,20 euros el kilo de aceite, que después, conforme avanzaban las semanas, fueron reduciéndose de forma moderada. La razón principal por la que los precios han propiciado que el cultivo haya resultado rentable hay que buscarla en que a principios de campaña no había aceite en stock, y que además la producción en el conjunto de España había caído un 15%, debido sobre todo a que en Andalucía la cosecha se redujo un 20%.

Sumando todos estos factores, el volumen de facturación del sector de la oliva en la provincia de Alicante se ha situado alrededor de los 29 millones de euros, una cifra que hacía mucho tiempo que no se había alcanzado.

La situación, sin embargo, está empezando a cambiar, toda vez que las generosas lluvias registradas en las últimas semanas en Andalucía hacen prever un incremento de la cosecha la próxima campaña en la que es la principal zona productora de España. Por esta razón, los precios ya han iniciado una trayectoria descendente.

Heladas en la almendra

La almendra también vivió el año pasado en la provincia una campaña espectacular, cosa que no va a poder repetirse en la próxima. Tal y como informaba esta semana este diario, las heladas registradas en los últimos días han arruinado la cosecha en dos de las principales zonas productoras, como son El Comtat y el Medio Vinalopó.En el resto de la provincia habrá que esperar todavía algunos días para comprobar como han afectado al cultivo las bajas temperaturas, que en algunos lugares se han situado en cinco grados negativos.