Terminar de una vez por todas con los múltiples problemas del polígono Santiago Payá. Ese es el objetivo del Ayuntamiento, que a través de una inversión de 700.000 euros está reforzando la ladera sobre la que se asienta la zona industrial para consolidarla y evitar al mismo tiempo las inundaciones que afectan a las empresas cada vez que se registran lluvias más o menos intensas.
Lo del polígono Santiago Payá da para escribir una enciclopedia. Desde su inauguración han sido múltiples los problemas a los que se han enfrentado las empresas que tuvieron la idea de instalarse en la zona. El más destacado, y también más visible en los últimos tiempos, fue el hundimiento del puente que le servía de entrada, lo que ha propiciado que durante mucho tiempo haya tenido unos accesos sumamente precarios, mejorados recientemente con el desdoblamiento del vial provisional.
Ahora, el Ayuntamiento, aprovechando el plan de mejora de los polígonos impulsado por la Conselleria de Economía, ha decidido también poner freno a los problemas de inundaciones que vienen sufriendo las industrias. Según explica el concejal de Territorio, Manolo Gomicia, «el problema de la zona es que cuenta con un terreno muy arcilloso e inestable, y que la acequia que se hizo en su día no ha dado los resultados apetecidos, de ahí que cuando llueve todo el agua entra en las fábricas más próximas a la ladera».
Es por ello por lo que, a través de sendas inversiones presupuestadas en 400.000 y 300.000 euros respectivamente, se están llevando a cabo obras para consolidar la citada ladera, rehacer la acequia y construir otra, todo con el objetivo de terminar de una vez por todas con esta situación. «Seguramente -añadió- es la obra más importante de las previstas en el plan de mejora de los polígonos y no se vé. Pero a nivel de infraestructuras y, sobre todo, para las empresas afectadas, se trata de una actuación imprescindible».
El Ayuuntamiento, por otro lado, va a mejorar la red de drenaje del polígono industrial de Sant Benet, situado justo debajo del Santiago Payá. También aquí las lluvias torrenciales generan avenidas de agua que pueden llegar a anegar las vías circulatorias y, por tanto, comprometer la movilidad. Otra circunstancia que agrava el problema es la insuficiente capacidad del colector procedente de la Beniata, especialmente desde que la red de saneamiento del Clérigo se ha conectado al mismo. Habrá nuevos elementos de escorrentía y más alcantarillas.
