El plan de erradicación de la plaga de Xylella Fastidiosa va a tener importantes consecuencias económicas en el sector de la almendra del norte de la provincia de Alicante. Los más de 35.000 árboles que se calcula van a ser arrancados en las comarcas de la Marina Alta, la Marina Baixa y El Comtat, uno de cada cuatro, reducirán la cosecha en unos 140.000 kilos, lo que supone unas pérdidas cercanas al millón de euros. La actuación afecta a unas 1.200 hectáreas y desde las organizaciones agrarias ASAJA y AXFA se recrimina a la Conselleria que esté aplicando esta medida sin garantías de que vaya a terminar con el problema.

Tal y como ya avanzó este diario, este pasado lunes se hacía pública la detección de un sexto brote de Xylella que afecta a 47 nuevas parcelas de 16 municipios de la Marina Baixa, la Marina Alta y El Comtat. Con éstas ya son más de 150 las parcelas que han resultado afectadas en los sucesivos brotes, pertenecientes a 22 localidades.

Teniendo en cuenta que el plan de erradicación que está aplicando la Conselleria de Agricultura contempla que se arranquen los árboles de las parcelas directamente afectadas, así como los situados en un radio de cien metros, desde ASAJA y la Plataforma de Afectados de la Xyllella Fastidiosa (AXFA) se informa que la medida va a afectar a 1.200 hectáreas de almendros. Esto supone unos 35.000 árboles o, lo que es lo mismo, un 25% del cultivo de estas tres comarcas.

Esta circunstancia va repercutir directamente sobre la cosecha, que va a verse mermada en 140 toneladas de almendra en grano, lo que supone dejar de ingresar cerca de un millón de euros. Esta cantidad representa alrededor del 7% de la producción provincial, teniendo en cuenta que se trata de una zona de secano. Y todo ello, destacan las dos organizaciones agrarias, a falta de 5.000 muestras por analizar, lo que podría incrementar exponencialmente el número de parcelas afectadas.

El presidente de ASAJA, Eladio Aniorte, destaca que «ya se han arrancado 2.250 árboles y quedan por triturar unos 35.000, con lo que si siguen apareciendo focos, que es lo más probable por pura estadística, van a acabar de un plumazo con la agricultura de secano de las zonas de interior y con uno de nuestros cultivos más emblemáticos, sin tener claro si lograrán erradicar la plaga». Afirma, asimismo, que en municipios como Tàrbena y Xaló «van a destruir prácticamente el 100% de las plantaciones, causando un daño económico, paisajístico y turístico enorme».

Así, hace un llamamiento a todos los alcaldes de los municipios afectados para que tomen partida en el asunto. «Durante las próximas semanas vamos a reunirnos con los alcaldes de las zonas con positivos y queremos que se posicionen firmemente. Nos parece aberrante que la Conselleria diga que estamos ante casos aislados y que la bacteria está localizada cuando abarca ya desde la Vall d'Albaida hasta Altea».

En este contexto, Aniorte insiste en la exigencia de un plan de contención en el que sólo se eliminen los árboles infectados o sospechosos, con análisis en las zonas afectadas dos veces al año. «Los afectados opinamos que el Consell no nos apoya en el plan de contención por una mera cuestión económica, dado que la Unión Europea sólo aporta fondos económicos para el plan de erradicación y, por eso, inisisten en aplicarlo a rajatabla».