Un gran número de vecinos de Alcoy acudieron ayer a la tradicional bendición de animales en honor a Sant Antoni. El recorrido se iniciaba a primera hora de la tarde desde la Plaça de Dins, hasta la Iglesia de San Mauro y San Francisco. Una multitud de personas, principalmente niños, portaban a sus animales con orgullo y con una enorme sonrisa, la mejor seña de disfrute de los más pequeños. El recorrido estuvo amenizado con la música del Grup de Xaramiters Barxell.

Tras la bendición de animales realizada en el interior de la iglesia, todos los asistentes pudieron disfrutar de una gran chocolatada en la Glorieta. Para finalizar la tarde de entretenimiento los más pequeños tuvieron ocasión de realizar diversos juegos infantiles. Culminaba así un acto que cita cada año a cantidad de vecinos de la ciudad y que muestra la pasión que muchas personas tienen por sus fieles compañeros de vida.