El Ayuntamiento de Alcoy ha presupuestado una partida de 200.000 euros con el objetivo de terminar las obras pendientes del Centro de Enfermos Mentales y que pueda entrar en funcionamiento de una vez por todas. Los trabajos se van a centrar en el acondicionamiento de los exteriores del inmueble, así como algunos retoques en el interior. De forma paralela se trabaja en la cesión de las instalaciones a la Generalitat para que, tal y como se comprometió, asuma la gestión de las mismas.
Fue el 4 de agosto de 2010 cuando la entonces consellera de Bienestar Social, Angélica Such, visitaba Alcoy para colocar la primera piedra del Centro de Enfermos Mentales en el Barranquet de Soler, un proyecto valorado en 3,6 millones de euros que tenía que haberse ejecutado en 10 meses.
Sin embargo, los impagos del Consell y las continuas reprogramaciones de las ayudas de la administración autonómica propiciaron que las obras se eternizasen, ante la desesperación de las familias de los futuros usuarios de las instalaciones.
El nuevo gobierno autonómico se comprometió a que el centro pudiese estar en funcionamiento en el segundo semestre de 2016, pero eso tampoco ha sido posible, entre otras cuestiones debido a una serie de problemas con la empresa constructora, que no ha terminado algunos detalles de las obras que finalmente serán asumidos por el Ayuntamiento de la ciudad.
Según explicaba la concejal de Políticas Sociales, Igualdad y Salud Pública, Aroa Mira, el gobierno municipal ha previsto para los presupuestos de este año una partida de 200.000 euros para completar los trabajos. Se trata, en concreto, de la limpieza del cañizo y las malas hierbas del exterior, el barnizado de los pilares circulares, la mejora de los cerramientos, la colocación de cortinas, la sustitución de tres de los lavabos de las 24 habitaciones y la subsanación de alguna deficiencia en materia de accesibilidad.
Reserva
La actuación, en realidad, se calcula que tendrá un coste de 88.000 euros, pero el ejecutivo ha querido contar con una reserva presupuestaria superior para hacer frente a cualquier contratiempo que se pueda presentar.
Mira, asimismo, destacó que se está trabajando de forma paralela en la cesión del inmueble a la Generalitat para que, tal y como se comprometió, asuma de forma directa la gestión del Centro de Enfermos Mentales tras introducir el equipamiento necesario.
Todo con la finalidad de que las instalaciones puedan entrar en funcionamiento este mismo año. Según la concejal, «por parte del Ayuntamiento no será, porque estamos haciendo todo lo que está en nuestra mano. La conselleria, por su parte, también lo tiene claro, y vamos a ver si por fin podemos ver el centro en marcha».
Aroa Mira incidió en este aspecto, para manifestar que «estamos hablando de unas prestaciones que son muy necesarias, y por tanto tenemos muchas ganas de que sean ya una realidad. Insisto en que estamos haciendo todo lo posible para que entre en funcionamiento en el menor plazo, y confiamos en que eso se produzca a lo largo de este mismo año».
