El Ayuntamiento de Alcoy quiere llegar a un consenso total con la Carrasca en lo que respecta al contenido del proyecto de reforma de la Rosaleda, antes de remitirlo al Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de la Comunidad Valenciana. El objetivo del gobierno municipal es evitar nuevos recursos para de esta forma ejecutar las obras, pendientes desde hace doce años. La nueva propuesta recientemente elaborada prevé dejar la plaza totalmente plana sin afectar al aparcamiento subterráneo.
Tal y como se ha venido informando, el Ayuntamiento ha estado trabajando en los últimos meses en la elaboración de un nuevo proyecto de reforma de la Rosaleda que cumpla con todos los requisitos judiciales. Este trabajo tiene como objetivo desbloquear de una vez por todas el problema. Y es que hasta el momento el TSJ ha venido rechazando todas las propuestas presentadas para legalizar la plaza, después de que en 2005, a raíz de una denuncia planteada por la Carrasca, sentenciase que su remodelación para habilitar un aparcamiento subterráneo no se ajustó a la normativa de zonas verdes.
El fallo judicial, en concreto, exigía que la zona de ajardinamiento se situase a la misma rasante que las calles circundantes, algo que no cumplían los anteriores proyectos planteados por el Consistorio.
Preceptos
Sin embargo, en esta ocasión parece que el nuevo diseño redactado sí que cumple con estos preceptos y, lo que parecía hasta ahora imposible, sin comprometer la primera planta del parking.
Según explicaba el concejal Manolo Gomicia, la propuesta actual deja la plaza totalmente plana y a la misma rasante que las calles que la rodean, suprimiendo todos los elementos que sobresalen en estos momentos. Este es el caso, por ejemplo, de las escalinatas, que desaparecerán. También se ha previsto la habilitación de una zona verde con caminos centrales. Lo que todavía no se ha decidido es si se podrá mantener el monumento dedicado a San Jorge o se tendrá que ubicar en otro lugar.
En cualquier caso, resaltó Gomicia, antes de remitir el diseño al TSJ se desea obtener el visto bueno de la Carrasca, para que de esta forma haya conformidad y se eviten nuevos recursos que vuelvan a dilatar el proceso.
En el caso de que esto sea así, se procederá de forma inmediata a la redacción del proyecto definitivo para poder comenzar las obras a la mayor brevedad posible, si pudiese ser dentro de este mismo año.
