La Asociación de San Jorge repartirá la pólvora del Alardo en el albergue de animales, lo que permitirá duplicar la cantidad de pólvora que se distribuye entre los festeros, pasando de uno a dos kilos. Asimismo, los participantes en las batallas de arcabucería con menos de dos años de experiencia tendrán que pasar un curso de formación que será impartido por personal del Instituto Tecnológico del Textil (AITEX).
La Asociación de San Jorge y el Ayuntamiento de Alcoy han estado trabajando estos últimos meses en las medidas a adoptar para que las Fiestas de Moros y Cristianos se adapten a la nueva normativa de la pólvora y, este año sí, se pueda duplicar la cantidad que se dispara en el Alardo.
Según la información facilitada por el presidente del Casal, Juan José Olcina, el reparto del explosivo se desarrollará en el albergue canino municipal,en la zona del Molí Payá, que cumple las condiciones adecuadas en cuanto a distancias y seguridad. La distribución se llevará a cabo los días 20 y 21 de abril.
Los festeros podrán recoger dos kilos de pólvora en lugar de uno, los cuales se habrán depositado previamente en el interior de las cantimploras.
El reglamento, asimismo, obliga a los participantes en el Alardo con menos de dos años de experiencia o que acaben de cumplir 18 años a superar un curso de formación en el manejo de la pólvora. En este sentido, la Asociación y AITEX, como centro homologado, han firmado un convenio para que sea personal de este instituto el que se encargue de impartir las clases. Las mismas tendrán cuatro horas de duración y se desarrollarán en el Casal de Sant Jordi los días 20 y 27 de enero y el 3 de febrero. Se calcula que serán un centenar de festeros los que acudirán a estas sesiones. Sólo será necesario asisitir una de las jornadas.
Lo que ha quedado descartado, al menos de momento, es la posibilidad de disparar cuatro kilos de explosivo, dos por la mañana y otros dos por la tarde, pese a que la normativa ofrece esta posibilidad.
Según explicaba Olcina, «tendríamos que realizar dos repartos de pólvora, uno de ellos después del Alardo de la mañana, lo cual es materialmente imposible. Aparte de que no hay tiempo, los festeros tendrían que desplazarse de nuevo al albergue canino, lo que, insisto, no es realizable».
En cualquier caso, el presidente de la Asociación de San Jorge está convencido de que con los dos kilos «volveremos a contar con un acto más que digno. Es el doble de lo que veníamos disponiendo todos estos últimos años, con lo que el Alardo ganará en espectacularidad».
