El Museo de la Biodiversidad de Ibi ha sido premiado en el Certamen Humanidad y Medio, convocado de manera anual por el Ayuntamiento de Camargo (Cantabria), según anunciaron ayer fuentes de la Universidad de Alicante (UA). El galardón, que alcanza este año su edición número 22, se ha otorgado en reconocimiento al trabajo que se realiza en este recinto en cuanto a la promoción de la sostenibilidad y el fomento de la participación ciudadana en la protección del medio.

El espacio museístico recibe más de 25.000 visitantes al año, tal y como recordaron las mismas fuentes. La iniciativa surgió con el fin de difundir el conocimiento sobre la biodiversidad y su conservación, para lo que se organizan numerosas actividades educativas y de divulgación en torno a sus exposiciones temáticas, a las que se han sumado recientemente también acciones más ligadas a la etnografía como el uso popular del esparto y otras fibras. El recinto se complementa con la Estación Biológica Torretes, también situada en Ibi, en un entorno contiguo al parque natural de la Font Roja, en la que se realiza una importante labor de investigación sobre la flora autóctona.

Eduardo Galante, director del Museo y catedrático de Biología de la UA, afirmó que «este premio supone una satisfacción para todo el equipo y un reconocimiento a la labor de implicación social» que se lleva a cabo desde la institución con el «apoyo entusiasta» del Ayuntamiento, y «que trasciende los límites del campus, haciendo llegar el conocimiento científico a la sociedad». El museo constituye, como recordaron desde la UA, una referencia nacional e internacional que aplica fórmulas de difusión y conservación de la diversidad biológica, donde los ciudadanos, empresas, asociaciones, entidades públicas y privadas pueden participar y ser protagonistas de acciones de conservación.

En este sentido, recordaron que, a través de sus diversas salas, centra sus exposiciones en la diversidad mediterránea, la biodiversidad de las selvas tropicales iberoamericanas o la sabana africana. Además, organiza múltiples exposiciones temporales, algunas de ellas itinerantes. Una de las salas más singulares es la dedicada al tráfico y comercio ilegal de especies que nos muestra como esta actividad ilícita es una de las principales amenazas para la conservación de la biodiversidad a nivel mundial y conciencia acerca de nuestra responsabilidad como ciudadanos y consumidores.