Castalla concluye las obras del nuevo ayuntamiento, a fin de poder inaugurarlo en 2018. En concreto, el gobierno local tiene previsto incluir una partida en los presupuestos del próximo año para equipar el edificio y calcula que el traslado podrá llevarse a cabo en el segundo semestre. El objetivo es centralizar todos los departamentos municipales, según manifiesta el alcalde, Antonio Bernabeu.
Tal y como ha venido informando este diario, el Ayuntamiento de Castalla adquirió a principios de 2014 la antigua casa de la familia Torró, un emblemático edificio que se encuentra justo al lado del consistorio. Desde un primer momento, el objetivo de los diferentes equipos de gobierno ha sido centralizar allí los servicios municipales, a fin de facilitar cualquier trámite a los ciudadanos y la coordinación entre departamentos.
El alcalde explica que la rehabilitación del inmueble, cuyo coste supera los 600.000 euros, ha finalizado y ahora quedan pendientes pequeños detalles, así como falta llevar a cabo las tareas de limpieza. En este sentido, Bernabeu asegura que «todo estará listo antes de Navidad».
El siguiente paso será incluir en los presupuestos de 2018 una partida para equipar el edificio a lo largo del primer semestre, con el objetivo de poder efectuar el traslado entre junio y diciembre.
En la antigua casa de la familia Torró se instalará el grueso de las dependencias municipales, mientras que en la actual casa consistorial seguramente estará el área de Servicios Sociales. Asimismo, el salón de plenos continuará en el mismo edificio, pero se trasladará a una zona más amplia.
Con todo, los dos inmuebles están unidos a través de una pasarela acristalada, a fin de facilitar el acceso a todo el mundo, salvando las barreras arquitectónicas del ayuntamiento actual.
