El operativo de vialidad invernal contempla una serie de protocolos de actuación que para esta campaña han sido revisados. Entre los cambios destaca, sobre todo, la incorporación de nuevas tecnologías en materia de comunicación, a fin de mejorar la respuesta y poder actuar más rápido. Además, han optimizado las zonas de aparcamiento específicas para vehículos pesados, potenciando la señalización de los accesos.

Desde Fomento consideran «importante el desvío del tráfico pesado» para evitar que queden atrapados en las carreteras en caso de fuertes nevadas.

A grandes rasgos, los protocolos establecen tres fases: alerta, preemergencia y emergencia. En el primer caso se desplazan los efectivos por toda la red de carreteras y se aplican los tratamientos preventivos. Si se alcanza el nivel de preemergencia se está en continua alerta y en caso de emergencia es necesario implicar a otros organismos.