Nada menos que 10.000 perros sin censar. Esa es la cifra que se calcula que tiene Alcoy, y que el Ayuntamiento pretende rebajar a través de una serie de modificaciones en la ordenanza de tenencia de animales. Los cambios entran en vigor este próximo 1 de diciembre, y también tienen puesto su punto de mira en evitar los excrementos en la vía pública. La nueva normativa contempla como medida más controvertida la obligación de los propietarios de realizar una prueba de ADN a sus mascotas.
Tal y como ya avanzó este diario, el Ayuntamiento ha decidido introducir una serie de modificaciones en la ordenanza de tenencia de animales con el objetivo de evitar que haya excrementos en la vía pública. La normativa seguirá obligando a los propietarios de los perros a recoger las deposiciones de sus mascotas, al tiempo que deberán llevar una botella de agua para limpiar los orines.
La principal novedad, y también controvertida, es que los dueños tendrán que realizar una prueba de ADN a sus mascotas, la cual quedará registrada en una base municipal de datos. A partir de ahí, el Ayuntamiento realizará analíticas periódicas de los excrementos que se encuentren por la calle, con la finalidad de identificar al perro en cuestión y abrir procedimientos sancionadores.
La otra vertiente del plan, según explicaba el concejal de Medio Ambiente, Jordi Martínez, pasa por hacer aflorar la gran cantidad de canes que están sin censar. Oficialmente, y según consta en el registro, son alrededor de 4.000 los perros que hay en Alcoy, pero se calcula que existen otros 10.000 que no han sido censados.
«Nuestra intención -manifestó el edil- es contribuir a mantener limpia la ciudad, y que los propietarios de los perros colaboren en ello de forma solidaria con los que no tienen animales. Pero también queremos que afloren al máximo las mascotas que no están dadas de alta, algo que es sumamente importante».
Tiempo prudencial
En este sentido, resaltó que pese a que la ordenanza entra en vigor este próximo 1 de diciembre, se va a conceder un tiempo prudencial para adaptarse a la misma. Desde el Ayuntamiento se va a llevar a cabo a partir de ese mismo mes una campaña informativa, que se suma a las cartas que ya han sido remitidas a los propietarios de canes. Posteriormente habrá campañas de la Policía Local en las que se identificará a los perros y, en el caso de no tener el censo o la prueba de ADN, se otorgará un plazo para regularizarlo.
Respecto a las críticas que está suscitando la ordenanza, Martínez recordó que «las sanciones por ensuciar la vía pública están vigentes desde hace cerca de 20 años, el problema es que nunca se habían aplicado».
