Para alegría de familias y (aunque algunos no lo crean) profesores, y pesadumbre de algunos alumnos, hace ya un par de semanas que empezó el curso escolar. Y como afirmó en su momento el concejal de educación, en nuestra ciudad lo hizo con total normalidad.

Normalidad. Si hiciésemos una encuesta a los docentes preguntando qué esperan para el presente curso, estoy convencido de que muchos de ellos dirían, precisamente, que el año transcurra con normalidad. Porque llevamos ya un tiempo en el que no ganamos para sobresaltos: cambios continuos de leyes, cierre de unidades por motivos políticos y no en función de la demanda, un decreto, el del plurilingüismo, cuya implantación es paralizada cautelarmente por un tribunal… Todo eso produce una falta de estabilidad en nuestro sistema educativo que, indefectiblemente, termina por afectar a la calidad de la enseñanza y, en consecuencia, al futuro de nuestros hijos. Y esto no es cualquier cosa.

Para paliar todos estos vaivenes, sería deseable que fructificaran las negociaciones para lograr el ansiado Pacto Educativo, cuyo principal impulsor ha sido Ciudadanos. Sabemos que la subcomisión encargada de este proyecto está trabajando, reuniéndose con agentes sociales, políticos y, por supuesto, educativos. Buscando puntos de encuentro, promoviendo negociaciones y el alcance de acuerdos. ¡Esperemos que todos estén a la altura de las circunstancias!

Del mismo modo, este mes se ha dado inicio al curso político. Y, al igual que sucede con el escolar, se puede decir que también que lo ha hecho con normalidad. Pero, mientras que esa afirmación es positivamente valorada en lo que respecta a las escuelas, a nivel político vemos que, en nuestra ciudad, sigue sin pasar nada significativo. Y cuando hablo de normalidad me refiero a hechos como que se ha reinaugurado el puente de Sant Jordi con tanta prisa que ni siquiera están terminadas las obras; o a que la Beniata sigue con un solo carril, mientras leemos con inquietud que la obra ya realizada no es del todo segura; o a que sigue la indecisión con respecto a un proyecto tan necesario como AlcoInnova; o al anuncio de que, en breve, se reasfaltará también la calle Santo Tomás… Como excepción, la celebración de la I Feria Modernista, buena iniciativa que hay que aplaudir y que esperamos tenga continuidad. Muchos proyectos, o al menos eso parece, en marcha para el presente curso. Vamos, lo que viene siendo la normalidad en nuestra ciudad de un tiempo a esta parte…

Y los mismos deseos que tenemos en el ámbito educativo mostramos en Cs Alcoy para el devenir político en nuestra ciudad. Esa es nuestra voluntad, esa es nuestra intención: apoyar al gobierno en aquellos proyectos que ayuden a revitalizar la ciudad, pero ser críticos y constructivos en esas otras iniciativas que no aportan nada. Buscar puntos de encuentro con todos para ayudar a que Alcoy vuelva a ser un punto de referencia industrial y económico. Reunirnos con agentes y asociaciones para conocer sus demandas y necesidades. En fin, ser un canal de comunicación ágil y efectivo entre los alcoyanos y su ayuntamiento.

¡Feliz curso (escolar y político) a todos!