La Asociación de Vecinos del Ensanche, en Alcoy, ha puesto en marcha una campaña para captar nuevos socios a través del sorteo de un teléfono móvil y una comida. El objetivo de la entidad es recuperar el movimiento vecinal y obtener suficientes fondos para hacer frente a los gastos y a la compra del material necesario para desarrollar las actividades.
En los últimos años, las asociaciones de vecinos han visto menguar el número de socios. Se trata de una situación generalizada que, en su momento, quienes promovieron este tipo de entidades achacaron, en parte, al estilo de vida actual y a la falta de implicación de la gente en los problemas sociales.
La Asociación de Vecinos del Ensanche, en Alcoy, es una de las que mayores dificultades atraviesa en cuanto a inscritos. Su presidente, Paco Seguí, asegura que es una «entidad pequeña» que a día de hoy sólo cuenta con unos 200 socios. La sede se encuentra en los bajos la calle Isabel la Católica número 36, en un local que presenta multitud de problemas, principalmente de humedades.
La falta de instalaciones adecuadas les impide en muchas ocasiones organizar algunas actividades, por lo que, hasta la fecha, «somos de las asociaciones que menos actividades hemos tenido», según ha explicado el representante de la entidad.
Con el objetivo de dar un empujón a la asociación, la junta directiva ha decidido lanzar una campaña para atraer a nuevos miembros, anunciando el sorteo de un móvil y una comida entre quienes se inscriban durante el mes de septiembre.
Según los datos facilitados por el presidente, en la primera semana han acudido a formalizar el abono una decena de personas, por lo que esperan que la iniciativa resulte un éxito. «Aún faltan muchos días, pero confiamos en que será positivo», ha apuntado.
Además, los nuevos socios contarán con un descuento del 50% en la cuota anual, otro atractivo más incluido en la campaña de captación.
La entidad, además, ha contratado a una empresa especializada para ofrecer zumba, yoga, pilates, gimnasia y aerobic, entre otras actividades, como clases de francés. «Hemos querido hacer una apuesta fuerte en este aspecto» convencidos de que, así «más vecinos se sentirán atraídos» e incrementarán notablemente el total de inscritos.
Para solucionar los problemas de capacidad económica, Paco Seguí considera que haría falta duplicar el total de socios, es decir, que la entidad necesitaría tener 400 inscritos para poder hacer frente a los gastos y, además, «podríamos comprar material para mejorar los servicios».
Otra novedad que ha implantado la junta es la creación de bonos para personas que no pueden asistir a las clases de forma habitual. De esta forma, «queremos dar flexibilidad», insiste el presidente.
