Un voluntariado convertido en profesión. Así empezó el servicio de bomberos de Alcoy hace 155 años. Fue en 1862 cuando el Ayuntamiento de la ciudad apoyó la creación de un cuerpo de voluntarios cuya misión era apagar los fuegos que se produjesen en el municipio. Una brigada de zapadores-bomberos formada por dieciséis albañiles y carpinteros que, de forma altruista, ayudaron a sus convecinos.
Ricard Pla, exsargento del cuerpo de bomberos comarcal, y la historiadora María de los Llanos Iborra, acompañaron ayer a más de 40 personas en la ruta «120 anys de bombers a Alcoi». Ambos explicaron cómo surgieron los primeros voluntarios y por cuántas ubicaciones pasó el servicio durante sus 120 primeros años de historia, cuando era de carácter municipal.
El punto de encuentro fue en la plaza de España, pues es en los bajos del Ayuntamiento donde instalaron el primer retén en 1862, según indicó Pla. Guiados por el exsargento y María de los Llanos Iborra, recorrieron la calle Casablanca para llegar a La Cordeta, hasta los bajos de la fábrica Julián Hermanos, donde se trasladaron los bomberos en 1896 tras la firma del segundo convenio entre el consistorio y la Unión Alcoyana.
El acuerdo entre el gobierno municipal de la época y la aseguradora estuvo motivado en 1888 por la incapacidad del Ayuntamiento para sufragar el coste del servicio, después de que la brigada de voluntarios no llegase a entrar en funcionamiento y durante ocho años fuesen los cuerpos de seguridad y los funcionarios quienes interviniesen en caso de fincendio.
El cuerpo, según explicó Ricard Pla, atendía cualquier incidente, independientemente de que fuera cliente de la compañía que sufragaba los costes de las actuaciones y siguió con su labor incluso durante los años de la Guerra Civil, ayundando con su presencia en los bombardeos que tuvieron lugar en la ciudad.
La siguiente ubicación, y por tanto la tercera parada de la ruta, tuvo lugar en el antiguo palacete de Rigoberto Albors, en la calle Llauria. Allí permaneció el servicio de bomberos hasta que en 1915 se trasladó a Gonzalo Barrachina, donde se conserva el emblemático edificio que acogió a este grupo de hombres que ayudaron hasta 1965.
Fue en ese año, según la información que aportaron tanto Pla como la historiadora, cuando el retén se ubicó «en los locales municipales del paseo Calvo Sotelo, hoy de Ovidi Montllor» hasta 1982, año en el que se cerró una etapa que duró 120 años y que trajo consigo multitud de cambios e inconvenientes inesperados.
Una nueva historia empezó en 1982, cuando el servicio pasó a formar parte del Consorcio Provincial de Bomberos y dejó de depender del Ayuntamiento y, cómo no destacarlo, de la Unión Alcoyana.
El parque comarcal La Montaña, situado en la cerretera que va de Alcoy a Cocentaina es desde entonces la sede oficial y definitiva de los bomberos profesionales que trabajan, no sólo en Alcoy, sino en toda la comarca.
Lo mejor para el final
Una vez recorridas todas y cada una de las ubicaciones por las que ha pasado el servicio desde su fundación en 1862, los guías acompañaron a los asistentes al Museo Provincial de Bomberos (MUBOMA), situado en el cauce del río. Allí, aprovecharon para seguir contando la evolución del cuerpo, mostrándoles cómo eran los primeros vehículos, utensilios y trajes.
Un camión del parque comarcal se desplazó a las inmediaciones del MUBOMA para dar la oportunidad a los participantes de conocer el material con el que cuentan ahora y la preparción que tienen.
El final de la ruta «120 anys de bombers a Alcoi», sin duda, fue «la guinda del pastel», tal y como señaló Ricard Pla. Los asistentes aprovecharon para interesarse por las medidas de seguridad que utilizan hoy en día los bomberos y por las condiciones en las que trabajan.
