La petición de los vecinos del Ensanche para que el bulevar tenga sólo dos carriles y aceras amplias no ha hecho más que poner de manifiesto las profundas diferencias entre lo que pensaba la ciudadanía y la propuesta elaborado en su día por el anterior gobierno municipal del PP. El proyecto, aparte del desastre que iba a suponer para las arcas municipales, era un monstruo de hasta cuatro carriles concebido única y exclusivamente para el tráfico que, además, amenazaba con dejar en situación de aislamiento a nada menos que seis centros educativos. Un sinsentido de tales proporciones que hasta los concejales del PP se pelean ahora con los no adscritos por eludir responsabilidades.