El Ayuntamiento de Alcoy y el grupo ecologista La Carrasca están consensuando un proyecto que permita legalizar la plaza de la Rosaleda sin que se pierdan plazas del aparcamiento subterráneo. La redacción del plan, cuya contratación quedará formalizada en los próximos días, busca cumplir con la sentencia del TSJ con los menores costes, lo que implica no tocar el parking en la medida de lo posible. Aunque todavía está por definir, la idea es que se lleve a cabo una demolición parcial de los elementos superiores de la plaza, al objeto de que quede a la misma rasante de las calles circundantes.
Tal y como se ha venido informando, el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de la Comunidad Valenciana ha venido rechazando una tras otra las diferentes propuestas planteadas por el Ayuntamiento para la legalización de la Rosaleda, después de que en 2005, respondiendo a una denuncia de La Carrasca, concluyese que la remodelación de la plaza para la construcción de un parking subterráneo no se ajustó a la normativa de zonas verdes.
Las exigencias del Tribunal han ido encaminadas a que la zona de ajardinamiento se encuentre a la misma rasante que las calles circundantes, lo que comprometía seriamente la primera planta del aparcamiento.
Así, y tras el último fallo judicial, el Ayuntamiento se puso manos a la obra con un diseño que reuniese todos los requisitos exigidos para la legalización de la plaza. En este sentido, y según informaba el concejal Manolo Gomicia, en los próximos días se procederá a formalizar la contratación del anteproyecto, el cual será presentado al TSJ para que otorgue su visto bueno.
Con todo, a lo largo de las últimas semanas ya se ha estado trabajando en el tema, «siempre buscando el consenso y de la mano de los diferentes interlocutores implicados», enfatizó el edil. El objetivo, añadió, es «concretar un proyecto viable, que cumpla con todos los requisitos exigidos y al menor coste posible, para solucionar la cuestión de manera definitiva».
Aunque todavía está por definir, las fuentes consultadas por este diario han apuntado que se va a tratar de legalizar la Rosaleda sin que se tengan que perder plazas de aparcamiento. En este sentido, la reforma contemplaría la demolición de algunos elementos superiores, como la escalinata desde la que se accede al monumento dedicado a San Jorge, para que la plaza quede a la misma rasante que las calles circundantes. Con esta operación el parking no se vería afectado.
Pese a que los costes serían superiores al último proyecto presentado por el Ayuntamiento, valorado en 470.000 euros, no alcanzarían la envergadura que hubiese comportado la reducción de plazas de aparcamiento, también por las indemnizaciones a las que se tendría que hacer frente.
Desde La Carrasca ya se ha anunciado que si la propuesta final se redacta en los términos que se han venido negociando, no planteará ningún tipo de objeción ante el TSJ. De esta forma habría vía libre para la ejecución de las obras.
