El coordinador general del PP provincial, Rafael Candela, restó ayer importancia a lo sucedido en Beniarrés el pasado fin de semana y, aunque admitió que él tampoco había conseguido hablar con el que será dentro de cuatro días el nuevo alcalde en el municipio y su primer representante público, intentó explicar lo que había ocurrido como un hecho menor, dentro de lo que es un pequeño pueblo de la provincia, donde todos se conocen y en un momento de fiesta «en el que algunos de los quintos que participaban, que viven ahora en València y Sagunto, quisieron ver de nuevo el Ayuntamiento».

El partido, por tanto, no va a tomar medida alguna sobre lo sucedido, quizá más por el hecho de preferir un titular con el que disculpar lo ocurrido que otro de abrir un expediente al que va a ser su nuevo representante. Javier Sendra, responsable comarcal del PP, sí pudo hablar con el actual portavoz y alcalde en funciones y éste le explicó a Candela lo ocurrido como un hecho «sin maldad. Abrió la puerta porque tenía las llaves encima para que vieran el Ayuntamiento y se hicieran unas fotos, pero ni montaron una fiesta ni hubo barra libre», circunstancias que nunca se le han achacado. Sobre el hecho de que aparecieran dos copas en una de las imágenes con cuatro personas sentadas en la presidencia del plenario, el número 3 provincial reiteró que no se sirvieron copas allí.

Para Candela sí existe un reproche al hecho de que tres personas al menos -aunque el periódico sólo ha difundido una imagen con dos- se envolvieran con las banderas de la Comunidad Valenciana y de la Unión Europea que estaban en el salón de plenos. Según el coordinador provincial, «Compromís -en referencia a la formación que ha presentado una denuncia por estos hechos-, siempre que ha podido, ha quitado el himno y los símbolos de España». Para el PP, por tanto, es un caso cerrado.