Las instalaciones de la Base de Aitana se están sumiendo en la degradación tras once años de abandono. El expolio, los actos vandálicos y la falta de mantenimiento han propiciado un deterioro galopante de las edificaciones, como se puede comprobar con los ventanales y conduciones arrancadas, puertas destrozadas y otros muchos desperfectos.

La ejecución del proyecto para transformar el acuartelamiento en un centro de servicios es, por tanto, acuciante, antes de que la ruina haga imposible recuperarlo.