Como cada mañana, Juan José Valls, de 7 años, acudió al colegio Salesianos Juan XXIII de Alcoy para ir a clase. Pero la jornada de este viernes tenía un tinte especial: su elección como Sant Jordiet la noche de antes tras el sorteo realizado en el Teatro Principal.

Juanjo, como le llaman todos, recibió desde primera hora el aplauso y las felicitaciones de todos los escolares y su clase le recibía con el Himno de Fiestas de Moros y Cristianos a su llegada.

El nuevo Sant Jordiet, de la Filà Mudéjares, es un niño tímido, «muy amigo de sus amigos y trabajador». Así lo describe su tutor, Jorge Valor, quien desveló que la noche del jueves también estuvo muy nervioso.

Juan José Valls está «muy contento» de ser el protagonista de las próximas fiestas. El niño se presentó a la elección por deseo de su padre Juan José Valls: «me preguntó si quería ser Sant Jordiet y le dije que sí», cuenta tras una sonrisa tímida que fue perdiendo poco a poco según le preguntaban y sacaban fotos con sus compañeros de clase.

Juanjo, a quien le encanta jugar al fútbol y estudiar matemáticas, tiene muy claro cuál va a ser el momento que más disfrute de su recién estrenado cargo. Para él «tirar flechas es lo que más me gusta» y, de hecho, tiene claro que serán muchas, tantas como «un trillón». Además sabe que quiere un traje «muy chulo» con capa, armadura y casco para poder lucir en los días más importantes de la Triología alcoyana.

De los tres días se queda también con dos momentos como el de «ir en la carroza» desde donde tirará las flechas tras la Aparición sobre el castillo y el Día de los Truenos «que me gusta porque hay mucho ruído».

Del acto de su elección el jueves por la noche en el Teatro Principal, el niño afirmó que «estuve allí mucho rato esperando» pero que cuando el Sant Jordiet de 2017, Tomás Pascual Cantó, dijo su nombre se puso «contentísimo» pero que el que «más contento estaba era mi abuelo que lloró mucho y me daba muchos besos».

Abuelo orgulloso

Su abuelo no quiso perderse el primer día de clase de Juanjo tras ser desginado Sant Jordiet y acudió al colegio de su nieto. Allí también estaba el padre del protagonista y los tres juntos no dudaron en hacerse fotos para recordar aquel momento.

Sus compañeros tampoco quisieron perderse el primer día como representante del patrón de Alcoy de Juan José. Algunos de ellos no pararon de felicitarle desde que llegó a primera hora de la mañana a clase, le cantaron el himno, corearon su nombre y no dejaron de aplaudir.