La Asociación de Empresarios Textiles de la Comunidad Valenciana (ATEVAL), que tiene su principal centro de producción en l'Alcoià, El Comtat y la Vall d'Albaida, ha advertido de las graves pérdidas que la huelga de estibadores va a acarrear a las empresas. El sector destaca que el bloqueo de las operaciones de carga y descarga en los puertos va a provocar un desabastecimiento de materia primas, lo que se traducirá en cortes de producción y retrasos en la comercialización. Reclama, por ello, un esfuerzo a las partes para solucionar el conflicto.
La industria textil pide que se solucionen pronto y satisfactoriamente los paros que se están produciendo en los puertos españoles y se restablezca con urgencia la normalidad ante las ocho jornadas de huelga de los estibadores, que hasta el 23 de junio van a bloquear la carga y descarga de los contenedores. El sector advierte que las caídas de productividad que van a registrar las terminales portuarias van a tener graves repercusiones en el tráfico de mercancías, por lo que la actividad normal de las empresas textiles se podrá ver especialmente perjudicada durante estas tres semanas.
Según destacan fuentes del sector, las mercancías textiles de importación, desde las materias primas, los productos intermedios y los acabados, así como los productos finales dedicados a la exportación, se mueven de manera importante a través de los puertos españoles. En consecuencia, la cadencia habitual de actividad tanto productiva como comercial se puede ver interrumpida, generando multitud de problemas de diferente calado en la cadena de valor del textil, una industria tradicional que ha ido adaptando su modelo productivo al devenir de los tiempos, amortiguando la crisis de los últimos años con el aumento de la exportación y de los intercambios comerciales a nivel internacional.
Esta situación de desabastecimientos de mercancías para la producción, advierten, puede conllevar cortes productivos a la industria, causando incumplimientos en los compromisos de entrega y problemas colaterales con la posterior facturación. El conflicto, asimismo, generaría graves disfunciones en la producción y también en la comercialización por la dilación en los plazos y las afecciones sobre el equilibrio financiero, la imagen y la continuidad de las buenas relaciones comerciales internacionales que se habían ido tejiendo en los últimos tiempos.
El nivel de exportaciones actual del textil valenciano, que se podría ver afectado, alcanzó el año pasado un volumen de 857 millones de euros. La industria está representada por 1.379 empresas con una cifra de negocios de 1.964 millones y una plantilla global de 22.780 trabajadores.
