Las Fiestas de Moros y Cristianos de Alcoy ya son una realidad. Miles de personas, convertidas en un coro gigantesco y desafiando al frío, dieron la bienvenida a la tan esperada Trilogía cantando un Himno que este año cumplía su centenario, y que estuvo interpretado por 23 bandas de música y dirigido por el presidente de la Nova, José Antonio Llinares Igual.

La interpretación del Himno tuvo su preámbulo desde las siete y media de la tarde con el desfile de las bandas, un total de 23, lo que supone una cifra superior a lo que venía siendo habitual en los últimos años.

Mientras los acordes de los pasodobles inundaban el ambiente, la plaza de España, así como las calles adyacentes, San Nicolás y San Lorenzo, fueron llenándose paulatinamente de público. La fría tarde no fue un obstáculo para que miles de alcoyanos acudieran fieles a la cita con este esperado y emotivo acto, que marca el inicio de los días más destacados del calendario anual.

Entre el público se encontraba un espectador de excepción, nada menos que el recientemente nombrado Hijo Predilecto y Medalla de Oro de Alcoy, el cantante Camilo Sesto, que presenció el acto desde uno de los balcones del Ayuntamiento y que no pasó desapercibido para la multitud congregada, a la que saludó.

El ambiente fue animándose conforme avanzaba la tarde y se iban acercando las primeras sombras de la noche, sobre todo con la entrada en escena de las bandas alcoyanas. El director del Himno, José Antonio Llinares, hizo entrada en la plaza de España acompañado, como no podía ser de otra forma, de la formación a la que pertenece, que además celebra su 175 aniversario. Encabezaban además la comitiva los directores en años anteriores, con motivo del los cien años transcurridos desde la elección de la pieza de Gonzalo Barrachina como Himno de Fiestas.

El desfile lo cerraba la Primitiva, que iba a compañando al niño Sant Jordiet, Tomás Pascual Cantó, quien una vez en la tribuna de autoridades, le hizo entrega de la batuta a Llinares. Los primeros acordes del «Nostra Festa ja...» estuvieron acompañados de una atronadora ovación, al tiempo que miles de gargantas daban la bienvenida a la Trilogía entonando el Himno.

Llinares, con mucha emoción, explicó que estaba «muy contento y me he sentido muy a gusto». Terminaba de vivir una experiencia única que «ha sido como me lo imaginaba pero más emocionante». Fue una dirección que «se la dedico a mi familia, a los músicos de la Nova por el 175 aniversario, a todos los músicos que han participado, a los coros y al público». «Lo he disfrutado mucho» dijo mientras se disparaba un castillo de fuegos artificiales».