La reforma de la calle Entenza eliminará las plazas de aparcamiento para dotar de mayor protagonismo a los peatones. Las aceras duplicarán su amplitud, al tiempo que se estrechará el vial para los vehículos, el cual tendrá dos carriles a lo largo de todo el trazado. El presupuesto de la actuación, que también contempla la plantación de arbolado y energías renovables, asciende a los dos millones de euros.

El salón de plenos del Ayuntamiento de Alcoy acogió en la tarde de ayer la presentación del proyecto de reforma de Entenza, una calle que hasta la apertura de la circunvalación ha venido haciendo las funciones de travesía, con la intensidad de tráfico que ello supone. Al acto asistieron numerosos vecinos, ansiosos por conocer el diseño.

El alcalde, Antonio Francés, tomó en primer lugar la palabra para destacar que el proyecto redactado ha sido fiel con las conclusiones del proceso de participación llevado a cabo. «Lo que se busca -señaló- es dotar de mayor calidad de vida a los vecinos, dinamizar el comercio y que la calle se convierta en un referente para el modelo de futuro que estamos preparando para Alcoy».

El primer edil resaltó que será un vial sostenible, innovador e integrador, y que si en la actualidad el 70% de la calle está pensada para los vehículos y el 30% para los vecinos, tras la ejecución de las obras el porcentaje pasará a ser del 45% para los coches y el 55% para la ciudadanía.

Para conseguir este propósito el proyecto contempla la eliminación de los 66 aparcamientos de la calle, lo que permitirá que las aceras pasen del 1,95 metros de la actualidad a 4,20 la de un lado y 3 la del otro. Todos los vados se respetan, al tiempo que se habilitarán plazas para carga y descarga y minusválidos.

Está previsto asimismo la plantación de árboles y arbustos, así como la colocación de jardineras y mobililiario urbano. También habrá puntos de recarga para coches eléctricos, alumbrado led, servicio wifi, fibra óptica y cámaras de vigilancia.

Los autores del proyecto destacaron que el estrechamiento de los carriles para los vehículos permitirá reducir la velocidad por el efecto embudo, aunque de todas formas se instalarán radares que informarán de los kilómetros a los que se circula. Los semáforos, asimismo, podrán ser regulados en función de la intensidad del tráfico, y también estarán equipados para permitir el paso de invidentes. En esta línea, se destacó que la calle cumplirá con todos los requistos de accesibilidad.

Preocupación

Los vecinos expresaron su inquietud por la reducción de las plazas de aparcamiento, explicándose que está previsto el acondicionamiento de solares cercanos para este fin, además de los párkings privados existentes en los alrededores. De igual forma, se informó que no ha sido posible habilitar un carril específico para bicicletas por la falta material de espacio en la calle.